sábado, 30 de abril de 2011

JUEVES SANTO 2011: EL AGUA NO PUDO CON ROMA

No hacía falta nada más que mirar al cielo para saber que, poco a poco, las siete cofradías de la jornada acabarían optando por suspender las estaciones de penitencia. Y eso que algunas decisiones definitivas se hicieron esperar. De hecho, pese al intercambio de puestos entre La Exaltación y Monte-Sión, el orden de comunicación de las no salidas fue el habitual de cualquier otro Jueves Santo lluvioso: primero Las Cigarreras y Los Negritos, después La Exaltación y, para culminar con esa primera parte de la jornada, Monte-Sión, que tenía este año que haber salido media hora antes que la hermandad de Santa Catalina.



La duda ahora está en ver si el experimento pensado sólo para este año se tratará de trasladar al próximo. Puede que todo dependa del camino que siga el absurdo recurso que llegaron a presentar algunos hermanos contrarios a la decisión de la junta de gobierno de la calle Feria. Como si lo más importante de una estación de penitencia fuera la hora a la que se realiza…
De nuevo, como en el Martes Santo, todo apuntaba a una jornada de vagabundeo por la ciudad y colas para entrar en los templos de los que no saldrían los pasos.


En los momentos en que incluso llegó a brillar el sol, muchos pensaban que, por la experiencia de años anteriores, si había una sola hermandad del día que se atrevería a salir, ésa sería la Quinta Angustia. Pero, con el cielo a medio despejar, llegó la noticia. Ni siquiera en la Magdalena hubo duda alguna. Los partes eran claros. No estaba la tarde para aventurarse gratuitamente y las hermanas nazarenas que por primera vez vestirían la elegantísima túnica morada de capa tendrían que esperar al menos un año más.


Con la negativa de la Quinta Angustia, era ya cuestión de minutos que las dos últimas siguieran la tendencia. Nadie esperaba sorpresa alguna. La siguiente en decidir fue Pasión. Lamentablemente, la faena de unos pocos hermanos caprichosos que evitaron que la Virgen de la Merced fuera acompañada por la banda de la Oliva el año pasado fue multiplicada por la lluvia de este 2011. La recuperación de los sones musicales tras el palio, algo que se perdió por motivos económicos y no por nada que tenga que ver con el carácter de la cofradía, no podrá producirse, al menos, hasta el próximo Jueves Santo. Y seguro que alguno hasta se alegraría por ello… Por cierto, un diez para Javier Criado, que cortó de raíz las palmas de los hermanos cuando comunicó que no se saldría. “Aquí no se aplauden estas cosas”, dijo frenando la manía que ha afectado a todas las cofradías de aplaudir estas decisiones, no sabemos si como apoyo a las juntas de gobierno, como homenaje a los titulares o como qué.
El Valle fue la última en acabar con todas las esperanzas de ver pasos por las calles en el día del que se dice que reluce más que el sol. ¡Qué ironía!
En la Resolana, sin embargo, ya se había advertido: “El agua no puede con Roma”. Y, efectivamente, con la preocupación por dentro de lo que pasaría en la Madrugá, la Centuria Macarena salió a recorrer la ciudad para llevar felicidad a los niños enfermos del Hospital Virgen del Rocío, postrarse ante el Gran Poder y el Señor de los Gitanos, y volver de nuevo a la Basílica a la espera de los acontecimientos.


Roma ganó al agua la primera batalla. Pero la más importante se libraba en unas pocas horas…

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