martes, 10 de mayo de 2011

85 AÑOS EN LA PUERTA DE CARMONA


La Hermandad de San Esteban celebra hoy sus 85 años de vida con un besamanos y besapié conjunto a sus imágenes titulares, con la particularidad de que las flores han sido donadas por los propios hermanos de la corporación.
85 son ya muchos años; toda una vida para una cofradía que surgió en la que desde entonces ha sido su única sede, con la excepción de algunos años de exilio en San Ildefonso por obras en su templo. Un grupo de devotos decidió dar culto a la imagen del Cristo de la Ventana, el que permanece expuesto todo el año a la vista de los que pasan por la calle, como era costumbre en muchos templos de Sevilla antiguamente; y como sucede aún hoy en San Juan de la Palma con el Cristo de los Afligidos.
Al Cristo de San Esteban se asomaban los que salían de la ciudad por la Puerta de Carmona para pedirle por un Buen Viaje, advocación popular a la que se añadiría Salud, quizá por influencia del fugaz paso de la Hermandad de los Gitanos en su peregrinaje por la ciudad.
Hay que recordar que esta imagen tiene sus orígenes en la antigua iglesia de San Hermenegildo, el que fuera templo jesuíta hasta su expulsión de España por Carlos III en 1767. Fue entonces cuando todos los bienes de la comunidad religiosa acabaron repartidos por otros templos. Así es como llegó Nuestro Padre Jesús de la Salud y Buen Viaje, que entonces era sólo un busto (como el Cristo que se sitúa junto a la puerta de San Vicente que da a la plaza de Teresa Enríquez), a San Esteban. Con los años se talló en madera el cuerpo, que se añadió al resto de la imagen de terracota, y se decidió representarlo sentado, en el momento de la coronación de espinas y del escarnio. Para aumentar esa sensación de humillación, surcan su rostro varias lágrimas, un detalle que tomaría prestado después Navarro Arteaga para el Señor de la Esperanza de Ciudad Jardín.


En 1927 sería bendecida en el Hospital de las Cinco Llagas la imagen de María Santísima Madre de los Desamparados, advocación sugerida por el valenciano cardenal Ilundain, ya que los hermanos habían decidido previamente llamarla de la Asunción. En mayo de 2002, en la conmemoración del 75 aniversario de aquella bendición, la Virgen de los Desamparados, obra de Manuel Galiano, presidió, en su paso de palio, una función en los jardines del antiguo hospital, hoy Parlamento de Andalucía, iniciando después desde allí una salida extraordinaria durante la que entró en la Basílica de la Macarena y la Capilla del Rosario de Monte-Sión, además de pasar por delante de Omnium Sanctorum, San Juan de la Palma, el Convento de las Hermanas de la Cruz, San Pedro y Santiago.
A los pocos años de su realización, la Virgen de los Desamparados tuvo que ser escondida en un domicilio particular para prevenirla de los asaltos a los templos que se sucedieron durante la II República. El Señor de la Salud y Buen Viaje, sin embargo, se quedó todo el tiempo en su ventana, aunque hermanos de la cofradía montaron un dispositivo de vigilancia para reaccionar ante cualquier incidente.


Andando el tiempo, la Hermandad de San Esteban sería una de las pioneras en dos aspectos fundamentales: la formación de cuadrillas de hermanos costaleros para ambos pasos y la admisión de las mujeres nazarenas. Hoy por hoy, sin embargo, la corporación trata de recuperar la normalidad perdida por una serie de enfrentamientos entre los hermanos que dio lugar al nombramiento de un comisionado por parte del Arzobispado. Es de desear que esta situación no se prolongue demasiado en el tiempo y de nuevo la hermandad pueda ser dueña de sí misma, sobre todo después de una serie de decisiones tomadas por el comisionado sin que los hermanos pudieran opinar, como la sustitución de la Agrupación Musical Virgen de los Reyes, formación que tiene el título de hermana honoraria de San Esteban y muchos de cuyos miembros pertenecen, de hecho, a la cofradía.
Esperemos, por tanto, que el futuro inmediato de la Hermandad de San Esteban sea mejor que su momento actual y, por supuesto, que su pasado más reciente.

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