martes, 31 de mayo de 2011

HINCHAS DE LAS COFRADÍAS


Domingo de Ramos, calle San Jacinto, la Estrella a punto de entrar en su capilla. Ése fue el escenario de una inexplicable escena que viví hace algunos años, cuando tras el palio comenzó a sonar “Coronación de la Macarena”. Un joven nazareno que, despojado de su antifaz y acompañado de su familia, contemplaba la entrada de su Virgen, mostró su indignación por la marcha que estaba escuchando: “Este hermano mayor es (omito el insulto); ¿por qué tienen que tocarle eso? ¡Esto no es la Macarena, esto es Triana!”. Curiosamente, ninguno de sus acompañantes le llamó la atención ante el absurdo espectáculo que estaba montando y, curiosamente también, este mismo chaval no protestó cuando, minutos antes, la banda de la Oliva tocó “Pasan los campanilleros”. Yo, al menos, no le escuché gritar exaltado: “¡Esto no es San Vicente!”.
Los lectores podrán decirme que esto es un caso aislado de alguien que no representa en absoluto, a Dios gracias, ni a la querida Hermandad de la Estrella ni al barrio de Triana. Pero sus protestas me hicieron reflexionar. Dado que la Madre de Dios no es más que una, le pongamos la advocación que le pongamos, cualquier marcha concebida para honrarla no puede ser patrimonio de una cofradía concreta. Y, de hecho, no lo es, ya que detrás de nuestros pasos podemos escuchar, tanto en Semana Santa como en las salidas de las hermandades de gloria, marchas dedicadas a otras advocaciones. Hay, sin embargo, algún que otro ‘pero’ en esta generalización.
¿Qué ocurre con la Macarena y la Esperanza de Triana? En la Madrugá de 2008 la Virgen de las Angustias entró en Campana con “Esperanza de Triana Coronada” seguida de “Coronación de la Macarena” y, salvo que esté mal informado, creo que no se produjo ningún cisma en el seno de la Hermandad de los Gitanos por lo que no fue sino un gesto de cariño con las otras dos cofradías de capa de la jornada. Pero, ¿por qué tras el palio de una Esperanza no se oyen nunca marchas dedicadas a la otra? ¿Están prohibidas? ¿Qué sentido tiene?
En 2002, a la Esperanza de Triana se le tocó en Campana “Virgen de los Ángeles”. Era cuando la banda propia de la hermandad trianera acompañaba el Jueves Santo a la dolorosa de Los Negritos, que esa tarde no salió por la lluvia. La elección de esa marcha se interpretó como un guiño cariñoso por no haber podido hacer su estación de penitencia. Por eso, cuando dos años más tarde la Esperanza de Triana fue la única cofradía en salir a la calle en la Madrugá, esperé un gesto similar hacia la Macarena; algo que habría sido histórico y tremendamente emocionante. Pero no lo hubo. Tampoco tras la Virgen de San Gil se oyeron en 2009 marchas del otro lado del río, como sí se tocaron detrás de otras dolorosas por el XXV aniversario de la Coronación Canónica de la Trianera.
¿Hay alguna norma por la que las dos grandes Esperanzas de Sevilla no puedan intercambiarse sus marchas, que, como decía antes, están hechas para honrar a la única Madre de Dios? Quiero pensar que son pocos los que se toman las hermandades como si de equipos rivales de fútbol se tratasen; pero, desde luego, normas no escritas (supongo que no estarán sobre el papel) como ésta contribuyen precisamente a que personas con escasa formación cristiana, como aquel nazareno de la Estrella, vistan su túnica con la misma actitud con la que un hincha lleva cualquier domingo la camiseta de su equipo camino del estadio.

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