lunes, 10 de octubre de 2011

APRETADA AGENDA DE BESAMANOS

Este fin de semana ha habido hasta ocho besamanos de imágenes marianas (cinco de gloria y tres de penitencia). Al estar ya en pleno mes de octubre, la mayoría tenían que ver con la festividad del Rosario, aunque también se ha celebrado este tradicional culto en hermandades con otras advocaciones.
Así, y a falta tan sólo de la misa solemne por el XIII aniversario de la Coronación Canónica, la Hermandad de las Mercedes de la Puerta Real finalizó los cultos anuales en honor de su titular con un besamanos para el que de nuevo contó con la cesión del manto blanco de brocado por parte de la Hermandad de Nuestra Señora de la Victoria, de Manzanilla.






Estrenando un manto de color salmón y con el simpecado presidiendo el altar de cultos se mostró a los fieles la Divina Pastora de San Antonio de Padua, cuya hermandad está celebrando en este 2011 los cien años de su llegada al convento franciscano. Al contemplarla de cerca se pudieron comprobar los efectos que ha provocado en la imagen la colocación de pendientes (no los que llevaba puestos en el besamanos, sino otros algo más largos) que han arañado su cara por el movimiento, fundamentalmente, de la salida procesional.






En la Capilla de San Andrés, recuperados ya del ajetreo madrileño, los hermanos de Los Panaderos celebraban el besamanos de la Virgen de Regla, que vestía para la ocasión el manto antiguo (el que verdaderamente le queda mejor a la imagen), mientras que en el altar se situó la bambalina frontal, dos varales, uno de los respiraderos laterales y varias jarras y candeleros del paso de palio.







Centrándonos en las vírgenes con la advocación del Rosario, en la parroquia de San Ignacio de Loyola tenía lugar el besamanos a la dolorosa de la Hermandad del Polígono San Pablo, aunque con un horario muy limitado que nada tenía que ver con el de otras cofradías de barrio en las que, desde la mañana hasta la noche, sus templos permanecen abiertos prácticamente sin interrupción durante la celebración de cultos similares. La Virgen estaba situada en el altar mayor, donde llamó la atención la colocación del sillón de Herodes que forma parte del paso de misterio.






De vuelta al centro, otra dolorosa con la advocación del Rosario, la de la Hermandad de Monte-Sión, también bajó de su altar para encontrarse con sus fieles. A ambos lados se encontraban los otros dos titulares de la cofradía (el Señor de la Oración en el Huerto y el Cristo de la Salud), mientras que detrás de la Virgen se colocó un gran dosel de color rojo con el escudo de la corporación del Jueves Santo.







No lejos de allí, en la Basílica de la Macarena, tenía lugar el besamanos a la Virgen del Rosario, la titular gloriosa de la cofradía de la Madrugá, que vestía su manto de color celeste y la saya rosa. Flanqueaban a la imagen dos de los candelabros del paso del Señor de la Sentencia.






En el barrio del Arenal, en la Capilla de Nuestra Señora del Rosario, la Hermandad de las Aguas celebraba también el besamanos de la imagen que vino a unirse a la corporación cuando, desde San Bartolomé, la antigua hermandad trianera llegó para encontrar su sede definitiva.





Y otra de las hermandades que a lo largo de su historia han ido sumando advocaciones es la de las Siete Palabras. La Virgen del Rosario, vestida con un manto rojo y colocada en la Capilla Sacramental, a los pies del Nazareno de la Divina Misericordia, fue dispuesta en besamanos este pasado domingo.





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