lunes, 7 de noviembre de 2011

DE AQUÍ AL DOMINGO DE RAMOS


"Va a ser Domingo de Ramos y se va a seguir hablando del paseo que le habéis dado al Señor de la Bondad. Vosotros sois los culpables de que Sevilla hable de esta hermandad". Con estas emocionadas palabras del capataz Pedro David Velázquez a su cuadrilla finalizaba el pasado sábado, cerca de la medianoche, la salida procesional de la imagen del Santísimo Cristo de la Bondad, de la Hermandad del Carmen de San Leandro. El capataz se mostraba verdaderamente agradecido por el trabajo realizado por sus hombres y también entre algunos miembros de la cofradía se destacaba la labor de la Agrupación Musical Nuestra Señora de Valme, de Dos Hermanas, que ofreció un variado repertorio en el que se mezclaban marchas modernas con las más clásicas del estilo característico de la Guardia Civil, aunque dotando a estas composiciones de un sello personal.
Todo comenzaba a las siete de la tarde. A esa hora se abrían las puertas de la Parroquia de San Leandro para la salida de la imagen pasionista incluida como titular de la hermandad de gloria del Carmen. Acompañaban a la corporación las hermandades de San José Obrero, el Carmen de Calatrava y el Rosario del Barrio León.







La formación musical nazarena recibió al Cristo en la calle con el principal estreno, la marcha "Tú Bondad es mi Esperanza", de José Manuel Mena, que también se interpretaría a la vuelta, con el paso ya dentro del templo. A lo largo del recorrido sonaron "Alma de Dios", "Virgen de las Angustias", "La Santa Espina", "Salve, Rey de los Judíos" o "La Saeta", además de dos de las marchas más recientes de la Agrupación Musical Virgen de los Reyes, como son "A la Gloria" y "Gitano de Sevilla", e incluso una curiosa adaptación de "La Pasión", marcha original de la Banda de las Tres Caídas.
Uno de los momentos más emotivos de la salida procesional lo constituyó como cada año la visita al Hospital Virgen Macarena, donde algunos enfermos, familiares y personal sanitario recibieron al Cristo de la Bondad en la escalinata de la entrada principal. Allí, además, una mujer rezó el Padre Nuestro en forma de saeta.





El paso se dirigió posteriormente a La Barzola, aunque antes se despidió del cortejo la representación de la Hermandad de San José Obrero. Por ello, el capataz dedicó una 'levantá' en la calle Fray Isidoro de Sevilla a dicha corporación, a la que calificó como "una hermandad para tomar ejemplo". En este punto, uno de los costaleros se acordó del que fuera párroco de San José Obrero, el padre Víctor García, fallecido a finales del pasado mes de septiembre.






Más adelante, el paso del Cristo de la Bondad accedió al patio de la Parroquia de Nuestra Señora del Mayor Dolor, donde lo esperaba un grupo de feligreses, a quienes también se dedicó una 'levantá' que se hizo extensiva al nuevo párroco del templo, José Antonio García Benjumea, que ha sustituido recientemente al delegado diocesano de Hermandades, Manuel Soria, ahora destinado en la Parroquia de Santa Justa y Rufina. Cuando el paso se disponía a abandonar el templo del Mayor Dolor una señora alabó el trabajo del capataz y éste, mostrando ese cariño por sus costaleros mencionado más arriba, señaló que a quien había que admirar era a los hombres que iban debajo: "Son ángeles y alguno hasta está perdiendo la vida por llevar al Hijo de Dios". Cerca ya del templo, Pedro David Velázquez dejó que tocara el llamador un antiguo costalero, muy emocionado, del que dijo que se había retirado para dejar paso a la juventud.




Con algunos minutos de adelanto sobre el horario previamente anunciado, el paso del Santísimo Cristo de la Bondad regresó a la Parroquia de San Leandro. Una vez dentro, se situó frente al altar de la Virgen del Carmen, que aparecía vestida con un manto negro, propio del mes de los difuntos, hasta quedar definitivamente detenido delante del altar propio del Cristo. Finalizaba así una emocionante salida procesional, la segunda de cada año para esta joven corporación de gloria.







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