domingo, 19 de febrero de 2012

IN COENA DOMINI


Siguiendo con su apretado calendario de actividades cofradieras, el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla acogió hasta ayer la exposición "In coena domini", dedicada a la Hermandad de la Cena, que resumió su historia y su riqueza patrimonial en una pequeña, aunque completísima, muestra.
Los enseres correspondientes al paso de palio de Nuestra Señora del Subterráneo ocupaban la mayor parte del salón donde se ubicó la muestra. En lo que a bordados se refiere, se pudo ver el manto de salida de la dolorosa, junto a cuatro sayas y el techo de palio. Sobre este último hay que señalar que, aunque no se encuentra en general en mal estado, sí que hay algunas zonas sobre las que convendría realizar pequeñas reparaciones.







También están bordados los faldones del paso, que se encontraban colocados junto a los respiraderos, parte de la candelería y el templete de San José de Calasanz que se ubica en el entrecalle. Asimismo, se exponían los faroles situados entre los dos últimos varales de cada lado.






Para finalizar con la Virgen del Subterráneo, hay que mencionar la presencia de la corona de salida, varios puñales, una diadema con la curiosa leyenda "este resplandor no puede ser vendido ni prestado", el fajín de general donado por Carlos Cáceres Iriberri, general de brigada de la Guardia Civil y hermano mayor, la rosa de pasión conseguida por el grupo joven en un concurso de conocimientos cofradieros y algunas de las joyas del ajuar de la dolorosa, como la medalla de oro de la Hermandad del Cerro, amadrinada por la Cena, la medalla de la Banda del Maestro Tejera o las de las ciudades de Ávila y Olmedo, que tienen por patrona a la Virgen del Subterráneo, o de la Soterraña.








El paso de misterio también tenía una importante presencia en la exposición. Quizá la pieza más destacada era la cabeza del antiguo Señor de la Cena, realizado en 1860 por Manuel Gutiérrez Reyes-Cano y sustituido en 1955 por el actual de Sebastián Santos, cuyo boceto también se encontraba en el Círculo Mercantil. Como curiosidad, hay que destacar que cuando se estrenó la talla de Santos la antigua llegó a salir en el misterio como uno de los apóstoles.



Otros de los elementos expuestos fueron uno de los cuatro faroles dorados que hasta 2010 iluminaban el misterio, y que desgraciadamente parece que no volverán a utilizarse, una de las cartelas de Pedro Roldán que formaban parte del antiguo paso, comprado a la Carretería, y que la Cena decidió trasladar al actual, las potencias, el cíngulo y dos pares de gemelos del Señor de la Cena, dos cálices (uno de ellos regalado por la Hermandad de las Aguas en agradecimiento a los años en que tuvo que salir desde Los Terceros por obras en la Capilla del Rosario) y la bolsa con las treinta monedas de la traición que lleva Judas Iscariote en el paso.










En cuanto al paso de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, se encontraba la pequeña talla de San Marcos en representación de los cuatro evangelistas que ocupan las esquinas del mismo y las potencias del Señor.



También la Esclavitud de Nuestra Señora de la Encarnación, corporación que pasó a formar parte de la Cena en 1995, estuvo representada en la exposición a través de la corona de la Virgen, algunas piezas de su ajuar y uno de los candelabros del paso, que han pasado también a utilizarse en el misterio de la Cena. Además, se expuso el decreto del arzobispo Carlos Amigo por el que quedaba extinguida la antigua Esclavitud de la Encarnación y se aprobaba el cambio de reglas de la Cena para que la corporación acogiera en su título a esta advocación y se hiciera cargo de sus cultos y de su patrimonio. También había dos cuadros en los que estaban representados los fundadores de la Esclavitud, Laureano de Segura y Alonso Ximénez Batres.







En lo que se refiere a insignias que forman parte del cortejo de la cofradía, se mostraron el guión sacramental, algunas varas, uno de los paños de bocina, el remate de algunas banderas y dos medallones de pertiguero.






En la historia de la Hermandad de la Cena es muy importante la proclamación por parte del papa Pío XII de la Realeza de María, que tuvo lugar en el Vaticano en 1954 y en la que la cofradía sevillana, sobre todo gracias al impulso de Miguel Román Pérez, desempeñó un papel importante. Sobre este acontecimiento se expuso la antigua bandera que lo conmemoraba y que estuvo aquel año en Roma, y el decreto del arzobispo de Sevilla que aprobaba la inclusión del título de "Reina de Cielos y Tierra" a la advocación de Nuestra Señora del Subterráneo.



Por último, hay que mencionar la presencia de tres antiguas fotografías de los titulares de la hermandad realizadas a principios y mediados del siglo pasado, y en las que aparecen ataviados de forma muy diferente a la que estamos acostumbrados en la actualidad.



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