LA ALEGRÍA DE SAN BARTOLOMÉ

La antigua Judería (la verdadera, no la turística) vivió este domingo la salida procesional de la Virgen de la Alegría, titular de la hermandad que mejor conecta el periodo penitencial con el glorioso a través de su besamanos anual del Domingo de Resurrección. La tarde se presentaba complicada, con tormenta incluida, por lo que parecía que la Virgen se tendría que quedar en la Parroquia de San Bartolomé, presidida en las horas previas por la quietud y la tranquilidad propias de esta zona de la ciudad.

La salida de la cofradía estaba anunciada para las siete y cuarto de la tarde, pero la incertidumbre meteorológica hizo que la junta de gobierno esperara a la conclusión de la misa de siete y media para decidir si saldría o no. Finalmente, lo hizo exactamente una hora más tarde de lo previsto.
La Virgen de la Alegría vestía manto salmón y saya blanca, mientras que el exorno floral constaba de gladiolos y claveles blancos. Los hermanos Villanueva guiaron el paso por el barrio en un recorrido que incluyó la visita a los templos de San Esteban y San Nicolás, y del que formó parte una representación de la Hermandad de la Virgen de la Luz.
La Banda de Música Nuestra Señora de la Victoria, de las Cigarreras, acompañó musicalmente a la cofradía con marchas como "Corpus Christi", "Virgen de la Estrella" o "Coronación de la Macarena".
Como dato anecdótico hay que señalar que en el momento de la salida, tras sortear el dintel del templo, los costaleros del costero izquierdo tardaron más que los del derecho en erguirse, dando lugar a una inclinación del paso demasiado pronunciada que inquietó a los presentes.