martes, 4 de septiembre de 2012

EL MUSEO DE LAS COFRADÍAS PLACENTINAS


Dado que la Semana Santa se celebra al mismo tiempo en todas partes y los cofrades ni tenemos el don de la ubicuidad ni solemos estar dispuestos a renunciar a la nuestra, a la de cada uno, no es mala idea en los viajes que se hacen a lo largo del año la de tratar de conocer otras formas de vivir la Pasión de Cristo en el resto de España.
En esta ocasión nos desplazamos hasta la ciudad cacereña de Plasencia, que cuenta desde hace muy poco tiempo con un auténtico museo cofradiero en la Iglesia de Santo Domingo, que perteneció al Convento de San Vicente Ferrer, hoy convertido en Parador Nacional.
Todas y cada una de las once cofradías placentinas exponen parte de su patrimonio en este antiguo templo, lo que permite contemplar varios pasos completos de su Semana Santa y muchas de las imágenes que salen cada año a las calles. Otras permanecen en sus sede canónicas recibiendo el culto religioso habitual al que estamos acostumbrados por el sur.
La unión en un mismo espacio de los enseres de cada hermandad permite comprobar los diferentes estilos de las cofradías de Plasencia, aunque impera sin duda el carácter sobrio tan característico de la cercana Castilla. Sin embargo, también hay algún caso de joven cofradía que nace mirando a Andalucía, como ahora veremos.


Para empezar, nada mejor que reproducir algunas cifras que se recogen en el propio museo. Así, hay que indicar que las once cofradías placentinas sacan a las calles un total de 29 pasos procesionales y 63 imágenes (20 de Cristo, ocho de Virgen y 35 imágenes secundarias). Hay 20 pasos que cuentan con una sola imagen, nueve misterios, tres crucificados, seis dolorosas solas en sus respectivos pasos, 15 imágenes de Cristo vivo, cinco de Cristo muerto, dos pasos son portados a ruedas, diez los llevan menos de 20 costaleros y 17 tienen más de 20, hay 20 imágenes de vestir, 43 de talla completa, 47 permanecen durante todo el año en el museo y las otras 16 se encuentran repartidas entre los diferentes templos de la ciudad.
Por orden de salida, hay que comenzar hablando de la Hermandad de Nuestro Señor Jesucristo en su Entrada Triunfal en Jerusalén, que sale en la mañana del Domingo de Ramos. Fue fundada en el año 2000 y el autor de la imagen es Manuel Luque. Su sede canónica se encuentra en la cercana Parroquia de San Nicolás.



El Lunes Santo sale a las calles la Hermandad de Nuestro Padre Jesús de la Pasión y María Santísima del Rosario en su Mayor Dolor, conocida sencillamente como La Pasión. Ésta es sin duda la cofradía con mayor espíritu sevillano de cuantas conforman la Semana Santa de Plasencia. De hecho, el autor de sus imágenes titulares es Antonio Joaquín Dubé de Luque. La cofradía se fundó en 1998 por un grupo de cofrades que escogieron como misterio el desprecio de Herodes, mientras que la Virgen del Rosario procesiona en un paso de palio de innegables líneas andaluzas.
Como curiosidad, hay que señalar que en la mañana del Domingo de Resurrección ambas imágenes vuelven a salir para realizar una especie de encuentro en la Plaza Mayor. Se trata de una procesión que surgió como traslado de las imágenes en andas hasta su templo, la Parroquia de San Pedro, pero que ha acabado por convertirse en la procesión más popular de la Semana Santa placentina.






La siguiente hermandad es la del Santísimo Cristo de la Columna, fundada en 1995. Pese a tener su sede en la Parroquia de San José, todas sus imágenes están expuestas durante el año en Santo Domingo. Cuatro pasos son los que pone en las calles esta cofradía: la Oración en el Huerto (de José Jerique, siglo XIX), la Flagelación de Nuestro Señor Jesucristo (mismo autor), el Santísimo Cristo de la Columna (Manuel Romero, 1990) y la Virgen de los Dolores (Anónimo). La principal particularidad de esta hermandad es que es acompañada en su salida procesional por la Policía Nacional a pie y a caballo.









Llegamos al Miércoles Santo con la Cofradía de Jesús Nazareno, conocida como la del Silencio. Fue fundada en 1930 para dar culto a la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno (José Jiménez, 1693), que recibe culto en la Catedral Nueva de Plasencia, y que sale en uno de los tres pasos de la corporación. Los otros dos son los del Ecce Homo (Anónimo, siglo XVII) y la Dolorosa de la Esperanza (Luis Marco, 1959). La del Nazareno es quizá la imagen de mayor devoción de Plasencia y por ello el cortejo de esta cofradía es uno de los más numerosos.


 Imágenes del Nazareno tomadas en la Catedral Nueva





El Jueves Santo placentino cuenta con tres hermandades. La primera de ellas, la de la Sagrada Cena, fundada en 1930, tiene su salida desde el propio templo de Santo Domingo a las siete y media de la tarde, aunque su sede canónica es la Parroquia del Salvador. En ésta recibe culto la dolorosa de la hermandad, Nuestra Señora del Amor (José Sánchez, 1995), mientras que el misterio completo de la Sagrada Cena (Jerique, 1930) puede verse en Santo Domingo. Es característica de esta cofradía la utilización de antorchas por los integrantes del cortejo.





La hermandad más antigua de Plasencia es la de la Vera Cruz, cuyos orígenes se sitúan en el siglo XIII. Sale a las nueve de la noche y cuenta con hasta seis pasos en su cortejo: el Paso Infantil de la Cruz del Porvenir (Hermanos Crespo, 2001), la Presentación al Pueblo (José Jerique, 1910), Nuestro Padre Jesús de la Caída (José Viciano, 1894), Nazareno (1886) con la Santa Mujer Verónica (José Jerique, siglo XIX), Camino del Calvario (Manuel Romero y Antonio Hernández, 1999-2000) y Contemplación de la Cruz o Cristo de los Cordeles (Anónimo, siglo XVII). Aunque su sede está en la Parroquia de Santa Elena, sus imágenes están repartidas en varios templos de la ciudad, entre ellos el propio museo de Santo Domingo.
Hay que señalar que llama mucho la atención el parecido iconográfico que existe entre el conjunto escultórico de la Presentación al Pueblo y el del paso del Ecce Homo de la Hermandad del Mayor Dolor de Jerez de la Frontera. En el caso de la cofradía jerezana, el Señor es anónimo del siglo XVII, pero las imágenes de Pilatos y el sayón son de escuela valenciana, del siglo XIX. Precisamente, José Jerique, autor del misterio placentino, era valenciano.


En el recuadro, el misterio del Ecce Homo de Jerez



Inmediatamente detrás sale la Hermandad de la Venerable Orden Tercera, reorganizada en 1999 y con dos pasos. En el primero figura el Santísimo Cristo del Perdón (Dobarro, 1998), que preside desde su paso la Iglesia de Santo Domingo, y en el segundo va la Dolorosa de la Cruz (Anónimo, siglo XVII), que se encuentra en la Parroquia de San Esteban.



En la madrugada del Viernes Santo, a partir de las dos, tiene su salida uno de los cortejos más llamativos por su ascetismo, por el tambor destemplado que lo acompaña y por el hábito de sus nazarenos, que llevan una capucha muy caída y portan antorchas. Es la Hermandad del Santísimo Cristo de la Buena Muerte, que sale de la Parroquia de San Esteban, lugar donde recibe culto el crucificado titular de la cofradía.


La Hermandad del Santo Vía Crucis es la siguiente. Es ésta una cofradía sin pasos que sale a las calles a las seis y media de la mañana del Viernes Santo desde la Catedral. Sus miembros no visten túnica alguna y en el cortejo, al que se pueden unir todos aquéllos que lo deseen, figuran únicamente el estandarte y una cruz de madera. Su fundación se produjo en 1943. Durante el recorrido se rezan las catorce estaciones del vía crucis.
Ya por la tarde, a las ocho, sale de Santo Domingo, aunque su sede es la Parroquia de San Nicolás, la Hermandad del Santísimo Crucifijo y Descendimiento de la Cruz. Cuenta con tres pasos: el Santísimo Cristo de la Agonía (Anónimo, siglo XVI), el Descendimiento de la Cruz (Hijos de José Jerique, 1925) y Nuestra Señora de la Piedad (José Jerique, 1925).
Los orígenes de esta hermandad se remontan al siglo XVI, aunque tras un tiempo sin vida fue reorganizada en 1925 por la Cámara de Comercio e Industria de Plasencia tras la unión de dos corporaciones diferentes. Los dos últimos pasos se encuentran todo el año en el museo, mientras que el Santísimo Cristo de la Agonía recibe culto en la Parroquia del Pilar.
En su cortejo esta cofradía lleva siete estandartes que representan cada una de las siete palabras (de hecho, estas insignias se conocen como "Palabras") o frases que Jesucristo pronunció desde la cruz. Se estrenaron este mismo año debido al deterioro que presentaban los anteriores.






Y llegamos a la última hermandad de la Semana Santa placentina, la de Nuestra Señora de la Soledad y el Santo Sepulcro, que con sus cuatro pasos sale a la calle a las siete y media de la tarde del Sábado Santo desde Santo Domingo, aunque su sede canónica es también San Nicolás. El Santo Sepulcro (Anónimo, siglo XVII), San Juan (Anónimo, siglo XIX), San Pedro Arrepentido (Manuel Romero, 1990), Santa María Magdalena (Anónimo, siglo XVII) y Nuestra Señora de la Soledad (Luis Salvador Carmona, 1764) son los pasos con los que procesiona esta cofradía.
Todas las cofradías de la ciudad forman parte de este cortejo con representaciones, junto a las autoridades civiles y religiosas. Además, hay que señalar como curiosidad que el material con el que está realizado el Señor del Santo Sepulcro es corcho policromado.






Es otra Semana Santa la de Plasencia. Muy distinta a la sevillana (aunque también con sus influencias del sur, como hemos visto), pero con muchos matices que la hacen muy rica en lo que a imaginería e idiosincrasia se refiere. Por ello, en toda visita a la preciosa ciudad de Plasencia no puede faltar un tranquilo recorrido por las naves del imponente templo de Santo Domingo, reconvertido hoy en museo de las cofradías.


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