lunes, 15 de octubre de 2012

PILAR DE SEVILLA


A las seis en punto de la tarde del pasado viernes se abrían las puertas de la Parroquia de San Pedro para que saliera a las calles, en el día de su festividad, la Virgen del Pilar sobre su paso de clásicas líneas góticas.
Acompañaban a la hermandad las representaciones de las cofradías del Cristo de Burgos, Montemayor y la Virgen de la Cabeza; esta última había sido recibida sólo seis días antes por la Hermandad del Pilar en la puerta de San Pedro.




La salida vivió un pequeño sobresalto cuando una tulipa de uno de los candelabros traseros se cayó al encontrarse algo suelta y se rompió debido al golpe con el suelo. Una vez en la calle y tras el Himno Nacional, la Banda de Música de Las Cigarreras, que unas horas antes acababa de acompañar a la Virgen del Rosario de los Humeros, estrenó la composición "Pilar de Sevilla", de Juan de Dios Espinosa.
Inmediatamente, el paso de la Virgen del Pilar, conducido por Antonio Santiago y sus auxiliares, y exornado fundamentalmente con rosas, se encaminó hacia la calle Doña María Coronel.













El paso se volvió ante el Convento de Santa Inés, cuyas hermanas rezaron a la imagen. En ese momento, tras detectarse que otra tulipa, esta vez de un candelabro delantero se movía demasiado, un miembro de la hermandad aprovechó la parada para subir al paso y retirarlo. Y otro más de un candelabro trasero sería retirado unos metros más adelante en la misma calle por este motivo. Además, en la calle Gerona se aseguró la sujeción del Niño, que también presentaba un movimiento considerable a cada paso. En esta zona sonaron marchas como "Coronación de la Macarena", "Hiniesta Coronada", "La Estrella Sublime" y "Esperanza Macarena".












La Virgen del Pilar realizó dos paradas seguidas como ya hiciera la semana anterior la Virgen de la Cabeza, aunque en el orden inverso. En primer lugar, se volvió ante la Residencia Juan Grande, donde esperaban los ancianos que la habitan desde sus acostumbrados 'palcos' y con un cuadro que reproducía a la Patrona de la Guardia Civil. Aquí se interpretó "Madre Hiniesta". Posteriormente, encaminó sus pasos hacia el Convento del Espíritu Santo, donde se pudo escuchar "Pasa la Virgen Macarena" seguida de "Triana, tu Esperanza".














El cortejo continuó hacia San Juan de la Palma con la marcha "Virgen de las Aguas". En la puerta principal del templo esperaba una representación de la Hermandad de la Amargura, a la que se unieron las de Montemayor y la Virgen de la Cabeza, que hasta ese punto habían estado acompañando a la Hermandad del Pilar. Todos juntos rezaron la Salve e hicieron entrega a la Virgen de un ramo de flores.











Dos marchas, "Nuestra Señora del Patrocinio" y "Nuestro Padre Jesús", marcha ésta no tan interpretada en la actualidad como en años anteriores, bastaron para que la Virgen del Pilar llegara a su siguiente parada: la Capilla de la Divina Pastora. Allí de nuevo hubo ofrenda floral y rezo de la Salve. A continuación, la Virgen continuó su camino con "Macarena", de Emilio Cebrián.






Más adelante tenía la Virgen del Pilar una nueva cita, con su visita al Convento del Pozo Santo. Hasta allí llegó con las marchas "Virgen de la Paz" y "Virgen de Guadalupe". Tras los rezos de las hermanas se pudo escuchar desde el interior del templo un "¡Viva la Virgen del Pilar!", tras el que Antonio Santiago mandó de nuevo una levantá, que desde un rato antes ya no eran al cielo, sino a pulso 'aliviao'. La Banda de Las Cigarreras acompañó la despedida del convento con "Alma de la Trinidad".















Desde aquí, la Hermandad del Pilar se perdió por Jerónimo Hernández buscando la calle Santa Ángela de la Cruz y una última parada ante el Convento de las Hermanas de la Cruz. Finalmente, salió a San Pedro, cerrando su salida procesional de nuevo con la marcha "Pilar de Sevilla".

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