lunes, 28 de enero de 2013

"LA PRIMERA EN LA CAMPANA"


Se pudo oír en la calle O'Donnell antes de la chicotá que llevaría al paso hasta Sierpes: "la primera en la Campana". Y tanto que lo fue. Una entrada en Campana con todos sus avíos, su larguísima chicotá, su sucesión de marchas enlazadas unas con otras, su enorme cantidad de público contemplándola...
La Hermandad del Carmen del Santo Ángel celebró el pasado sábado la salida procesional del Niño Jesús de Praga, que se inició a las cinco y media de la tarde desde su templo de la calle Rioja, con un amplísimo acompañamiento de grupos jóvenes de diferentes hermandades de la ciudad (San José Obrero, Trinidad, Santa Genoveva, Siete Palabras, Soledad de San Lorenzo, Pino Montano, Panaderos, Bellavista, Pasión y Muerte, Esperanza de Triana, Jesús Despojado y Estrella), además de varias de la provincia (Perdón de Alcalá de Guadaira, Esperanza de Carmona, Soledad de Alcalá del Río, Virgen del Águila de Alcalá de Guadaira, Soledad de La Algaba, Dulce Nombre de Alcalá de Guadaira y Pastora de Cantillana).



Mucha, muchísima gente esperaba esta salida. Está claro que hay ganas de cofradías. Lo que no sólo se demuestra por la gran cantidad de personas que llenaban la calle Rioja y otras zonas del itinerario, sino también por las conversaciones que se podían escuchar durante la espera, centradas algunas de ellas en el vía crucis del Año de la Fe que podremos vivir en menos de tres semanas.
A eso de las seis menos cuarto cruzaba el dintel del Santo Ángel la imagen del Niño Jesús de Praga sobre el paso de la Virgen del Carmen y la peana del pequeño pasito de Santa Teresa. El exorno estaba compuesto en su totalidad por claveles rojos y se estrenaba la capa de salida, de Fernando Aguado, quien se encontraba entre el público que contemplaba la procesión.
Tras el paso, saliendo con él del interior de la iglesia, iba la Agrupación Musical Nuestra Señora de la Estrella de Dos Hermanas, una banda de gran calidad que en Semana Santa sólo podemos escuchar con el Divino Perdón del Parque Alcosa.










El paso, guiado por el capataz José Manuel Palomo, se dirigió en primer lugar hacia la Plaza de la Magdalena, desde donde se metió por las estrecheces de José de Velilla e Itálica buscando la calle O'Donnell.


















Ya en la calle O'Donnell, donde se dedicó una levantá al hermano mayor del Juncal, se notó un incremento de público, principalmente en la unión entre esta calle y Velázquez, haciendo muy complicado caminar junto al paso.







Aquí, en el inicio o final (según se mire) de O'Donnell, comenzó la larguísima chicotá del Niño Jesús de Praga a lo largo de toda la Plaza de la Campana, donde sólo faltó la parada ante un imaginario palquillo. La Agrupación de la Estrella no dejó de tocar diferentes marchas mientras el paso avanzaba lentamente hasta sortear el quiosco de prensa (obviamente estaba en su lugar) y alcanzar la calle Sierpes, quedando detenido junto a la confitería.



















En Sierpes cayó la noche y de nuevo la estrechez de la calle complicó los movimientos de la gente que seguía al Niño Jesús de Praga en su salida procesional. La calle más famosa de Sevilla veía su primera procesión y escuchaba los primeros sones cofradieros del año mientras el paso ganaba metros.











No tardó mucho el Niño Jesús de Praga en desviarse de la "carrera oficial", al dejar Sierpes para tomar por Cerrajería, Cuna y Plaza del Salvador. Desde ahí alcanzaría de nuevo Sierpes por Sagasta, para continuar en la recta final de su itinerario por Granada, Tetuán y Rioja. Algunos minutos después de las nueve de la noche entraba el paso de nuevo en el Santo Ángel, seguido hasta el presbiterio por la Agrupación Musical La Estrella de Dos Hermanas, que sólo dejó de tocar cuando el paso quedó definitivamente detenido en la cabecera de la nave de la Epístola.

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