Tras el espejismo del año pasado, en que del cartel de las Fiestas de la Primavera destacaba sobremanera la trasera del paso de palio de la Hiniesta, este año volvemos a las andadas y el cartel ha perdido la pluralidad. Vamos, que de Fiestas de la Primavera hemos pasado de nuevo a Fiesta de la Primavera, la única, entendiéndose por ésta la Feria de Abril.
Ni medio capirote, ni una chispa de llama de cirio vemos en el cartel de Chema Rodríguez, que ha plasmado como único motivo del mismo el retrato de una mujer ataviada con mantón, peineta (no precisamente negra), grandes collares y un vestido que, aunque no tiene lunares, casi ni le hace falta… ¡Y vámonos pa’ la feria!
Por más que el autor del cartel, que técnica y artísticamente será todo lo válido que se quiera, que no digo yo que no, explicara durante la presentación que no se concreta si se ha ataviado así para ir a la Semana Santa o a la Feria, no aceptamos pulpo… Ninguna sevillana con la cabeza en su sitio se viste así para ver a la Amargura por Sor Ángela. Si acaso alguna guiri de éstas que creen que las sevillanas se visten de gitana hasta para ir a merendar al McDonald’s de La Campana. Pero no.
Así que de nuevo, como acostumbra, el cartel en plural se ha hecho singular. Yo le quitaría, además de la ese que le sobra, lo de la primavera. Desde mi punto de vista, con la aclaración del autor sobre la variedad de usos de la vestimenta de la chica de la pintura (“vaya una explicación de las fallas”, como diría mi abuela valenciana), bien podríamos estar ante el cartel de las fiestas de todo el año.
Si una muchacha vestida de flamenca sirve para anunciar la Semana Santa, ¿por qué no va a servir para anunciar también el Corpus, el Día de la Virgen, la Velá de Santa Ana, la Feria de San Miguel, la Cabalgata de los Reyes Magos y hasta el Festival de Cine Europeo? Ya puestos… Eso que nos ahorraríamos en carteles.
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