lunes, 11 de febrero de 2013

ALFA Y OMEGA EN EL CARTEL DE SEMANA SANTA 2013 DE NURIA BARRERA


El sábado se hacía público el cartel de la Semana Santa de 2013 editado por el Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla; una gran obra pictórica realizada por Nuria Barrera, quien explicó que ha querido representar en el cartel el principio y el final de la Semana Santa, el alfa y el omega, representados en la salida de la Paz en el mediodía del Domingo de Ramos y en el característico canasto del paso de la Soledad de San Lorenzo. De hecho, el manto blanco de la Paz se prolonga hacia la izquierda para convertirse en el sudario que pende de la cruz de la Soledad y que aquí se apoya en el paso.
Completan el cartel diferentes elementos sacados de varias cofradías. Vemos un cirial de la Hermandad del Cachorro, cuya vela es la 'I' de la palabra 'Sevilla"; una jarra del paso de palio de la Virgen de la Concepción del Silencio cuajada de azahar; una medalla de la Macarena; una naveta de la Mortaja; un canastito de la Amargura; una corneta de la Centuria Macarena; y un cántaro de agua para calmar la sed de los costaleros.
No cabe duda que artísticamente estamos ante una gran obra, e incluso ese planteamiento de reflejar en el cartel la emoción del Domingo de Ramos, con la primera salida allá por el Porvenir, y la despedida (con permiso de la Resurrección) en San Lorenzo es rotundo: la Semana Santa completa en un golpe de vista.
Ocurre, sin embargo, que quizá el esquema de cartel parece estar ya algo agotado. Hace unos días conocíamos el que ha pintado Daniel Puch para el vía crucis del Año de la Fe; un cartel sencillo en el que aparece únicamente el rostro del Gran Poder como representante de las catorce hermandades (dieciséis con el Silencio y la Vera+Cruz) que participarán en este rezo extraordinario.
En el cartel de Semana Santa de Nuria Barrera vemos, por su parte, lo que venimos observando en los de años atrás: un elemento o dos principales y luego una especie de bodegón cofradiero donde no falta un peregil: un cirial por aquí, una medalla por allá, una naveta... para que el mayor número posible de hermandades se sientan representadas.
Ése es el modelo de cartel que quizá se esté volviendo demasiado repetitivo; ese modelo de 'collage' o de 'totum revolutum' donde se mezclan escenas (2009) objetos o símbolos (2010, 2011, 2013), imágenes o pasos (2012)... Lo hemos visto en los últimos años y lo vemos también aquí. En este caso, además, no vemos ninguna imagen, ningún titular de ninguna cofradía; porque de la Virgen de la Paz sólo vemos el manto y la corona.
Ni la extrema sencillez impersonal del olvidado cartel de 1999, ni la manía por el 'collage' de detallitos más grandes o más pequeños mezclados en el reducido espacio de un cartel. Quizá en esto, como en casi todo, en el término medio esté la virtud.
Dicho esto, y reconociendo que lo fácil es criticar y que si yo supiera pintar más que garabatos y me encargaran el cartel de Semana Santa no tendría ni idea de por dónde empezar, hay que reconocer que Nuria Barrera ha pasado con nota la prueba del cartel del Consejo. Eso sí, me quedo con el que pintó para la bendición de la Basílica del Cachorro.

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