lunes, 25 de febrero de 2013

STABAT MATER EN SAN MARTÍN


La Hermandad de la Lanzada cerró ayer, con la celebración de la función solemne, los cultos en honor del Santísimo Cristo de la Lanzada y la Virgen de Guía, tras el quinario que tuvo lugar entre el martes y el sábado.
Ante la ausencia aún de la imagen de San Juan Evangelista, que sigue en el taller de Juan Manuel Miñarro desde mayo del año pasado, en el altar se situaron únicamente las tallas del crucificado y la dolorosa que lo acompaña en el paso de misterio. Esto dio lugar a la escenificación del Stabat Mater, con la Virgen sola a los pies de su Hijo.
El altar estaba compuesto de un dosel rojo ante el que estaban las imágenes. La Virgen de Guía vestía completamente de negro y llevaba una corona de plata y una media luna a sus pies. La iluminación constaba de diez cirios de color tiniebla, cinco a cada lado, mientras que el exorno floral se compuso a base de seis jarras con flores moradas de diferentes especies. En la mesa del altar se colocó una custodia.



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