miércoles, 5 de junio de 2013

LA INMACULADA: HISTORIA, DOGMA Y DEVOCIÓN CORONADA


La Hermandad de la Inmaculada Concepción de Castilleja de la Cuesta, la conocida como la de la Calle Real, ha vuelto a escoger el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla como espacio para una exposición conmemorativa. Como ya hiciera en 2011 con la muesta "Inmaculada, 250 años de patronazgo de España", entre los pasados 24 de mayo y 2 de junio se ha podido contemplar la exposición "La Inmaculada: historia, dogma y devoción coronada". Se trata de un acto organizado por la Hermandad de la Calle Real con motivo de la próxima coronación canónica de la Inmaculada de Castilleja, que tendrá lugar el próximo 7 de septiembre.
Esta muestra ha contado con dos partes diferenciadas: por un lado, un repaso al patrimonio histórico, artístico y devocional de la Hermandad de la Calle Real relacionado con la Inmaculada Concepción; y por otro, diferentes enseres inmaculistas de una gran variedad de cofradías sevillanas y de fuera de la provincia.
Comenzando por la sala dedicada a la Inmaculada de Castilleja de la Cuesta, en el centro se podía ver la corona de oro que se le impondrá a la imagen en septiembre. Ha sido realizada en oro de ley y pedrería por Orfebrería Triana (2013) en estilo rococó.


Alrededor de la sala, de izquierda a derecha, encontramos en primer lugar una túnica de nazareno del cortejo de María Santísima de los Dolores, titular también de la hermandad, que consta de sotana de lana blanca con botonadura y cíngulo celestes, y antifaz de raso del mismo color con el anagrama de la Virgen bordado en oro. El color de esta túnica es manifiestamente inmaculista.


Detrás de este nazareno estaban la aceptación como hermano mayor honorario del rey Don Juan Carlos I y la aceptación de la reina Doña Sofía como camarera honoraria, ambas de 1987.


En una vitrina, había diferentes preseas de la Inmaculada Concepción de Castilleja, como la media luna procesional de Orfebrería Triana (2009), un collar y pendientes de finales del siglo XIX realizados en plata dorada, rosas de Francia y turquesas, la Medalla de la Villa de Castilleja de la Cuesta (2001) y un relicario de San Francisco de Asís de Orfebrería Triana (2010), entre otras.



Sobre la vitrina había tres cuadros de particulares representando la iconografía de la Inmaculada Concepción, y junto a ellos, unos escapularios del siglo XIX bordados en sedas e hilo de oro de la familia de Sánchez Chaves.



Otro cuadro con una antigua fotografía de la Inmaculada de Castilleja podía verse a continuación, junto a pequeñas esculturas de esta advocación propiedad de devotos particulares.


La primera de las insignias de Hermandad de la Calle Real expuestas en esta muestra era el Banderín de la Juventud, bordado en oro y sedas sobre tisú de plata y celeste por Josefa Maya González (2006).


Dos cuadros de la Inmaculada de Castilleja se veían a continuación: un óleo sobre lienzo de Juan Valdez (1988), propiedad de Antonio Navarro de los Reyes; y una acuarela con lápiz y grafito sobre papel pintada por Antonio García Barrero (2010), cedida por Francisco Javier Martín Rodríguez.



Veíamos después un montaje con una talla de Santa María de la Concepción de autor anónimo del siglo XV, una imagen de candelero en madera encarnada y policromada. Vestía saya, manto y rostrillo cedidos por la Hermandad de Nuestra Señora de Cuatrovitas de Bollullos de la Mitación. También lucía una corona de José Guzmán de plata cincelada y repujada de la última década del siglo XVIII y una ráfaga de Palomino (1865).


Junto a ella, había una pértiga del Libro de Reglas en metal plateado y dorado, cincelado y repujado por Fernando Marmolejo Camargo en 1944.


Otras dos pinturas inmaculistas se mostraban a continuación: un lienzo estampado de finales del XIX propiedad de Rafael Villadiego Luque y un óleo sobre lienzo de Machuca (2010), propiedad de Julio Miguel de los Reyes Álvarez.



En un ángulo de esta sala dedicada a la Hermandad de la Calle Real, estaba el cuadro conmemorativo de la coronación canónica de la Inmaculada Concepción, obra de Fernando González Camacho (2012) realizado en técnica mixta, acrílico y óleo sobre lienzo.


Seguimos con el Sinelabe de la cofradía, bordado en oro sobre raso celeste en los talleres de Sobrinos de Caro (1954). Flanqueaban a esta insignia una fotografía de la Inmaculada de principios del siglo XX, anterior al incendio que sufrió en 1917, propiedad de Concepción Rosales Rodríguez; y un óleo sobre lienzo de Alfonso Chaves (1967), propiedad de Concepción Oliver Gil-Gayango.


Otra demostración pictórica de la devoción a la Patrona de la Castilleja de la Cuesta es el cuadro de Julián Rosales de los Reyes (2001), pintado en papel mediante la técnica sanguina, propiedad de la familia Rivera Expósito.


En esta sala se pudieron ver varios trajes de la Inmaculada. El primero de ellos era uno de autor anónimo de 1861 bordado en oro sobre tisú de plata, y restaurado este mismo año por Francisco Carrera Iglesias con motivo de la coronación canónica. Lucía un cíngulo de Miguel de los Reyes (1996) bordado en oro sobre malla de oro con forro de seda celeste y flecos de bellota.


Junto al traje se situaba el pergamino que acredita la carta de hermandad de la Orden Franciscana con la Hermandad de la Calle Real, de 2009.


Otra insignia muy destacada es el Simpecado realizado por Josefa Maya González en 2009, reproduciendo el que confeccionara Carrasquilla Rodríguez en 1942. Está bordado en oro y seda sobre malla de oro, con forro de seda celeste. Tiene asta de Orfebrería Triana (2011) labrada en plata de ley cincelada y repujada.



Otra muestra de la unión entre la hermandad y los franciscanos es el cordón donado por la Orden Tercera Franciscana en el año 2000.


Otro traje muy característico de la Inmaculada de Castilleja es el de Josefa Maya González (1998), bordado en oro y sedas sobre piel de ángel blanco, con cíngulo celeste bordado en oro.


Seguimos con la Cruz Sacramental labrada por Fernando Marmolejo en metal plateado cincelado y repujado, flanqueada por un cuadro de la Inmaculada realizado en sanguina sobre papel por Antonio Martínez Fernández (2002), propiedad de Inmaculada Vargas Goncet; y otra pintura de la Inmaculada, de S. Arias (2008) pintado en pasta sobre papel y perteneciente a José de los Reyes Rosales.


Junto a todo ello se encontraba el cuadro conmemorativo del CCL aniversario del patronazgo de la Inmaculada Concepción sobre España, las Indias y todos sus reinos, pintado en acrílico sobre lienzo por Antonio García Barrero en 2010. En aquella exposición de hace dos años este cuadro daba la bienvenida al visitante desde el patio del Círculo Mercantil.


Otro cuadro conmemorativo es el del CL aniversario de la proclamación del dogma de la Inmaculada Concepción pintado en óleo sobre lienzo por Antonio Martínez Fernández en 2004.


Con motivo de la coronación canónica, Francisco Carrera Iglesias ha bordado este año un traje en oro sobre tisú de oro que incluye piezas del manto procesional de 1889. El cíngulo que lo acompaña es de José Espadero (2006) y está realizado en la técnica de bolillo en hilo metálico con forro de seda valenciana celeste.


Precisamente ese manto procesional de 1889 es el que veíamos a continuación. Está bordado en oro sobre raso celeste y es de autor anónimo. Fue restaurado por José Ramón Paleteiro en 2010. Como suele ser habitual en este tipo de restauraciones, se nota la diferencia de color entre las antiguas piezas restauradas y las que ha habido que hacer nuevas, que brillan más.




A su lado, otro traje, éste de Josefa Maya González, quien lo bordó en oro sobre otomán en 2005, siguiendo el diseño del traje de 1889. Llevaba un cíngulo celeste bordado en oro.


El patrimonio pictórico de la Hermandad de la Calle Real es amplio. Otro ejemplo era el cuadro conmemorativo del VI centenario de la devoción concepcionista en Castilleja de la Cuesta. Está pintado en oro sobre lienzo por Antonio Martínez Fernández en 2000. Está presidido por la Inmaculada Concepción, aunque también aparecen los titulares penitenciales de la hermandad, Nuestro Padre Jesús del Gran Poder y María Santísima de los Dolores.


De Orfebrería Villarreal son la cruz parroquial y ciriales que podían verse a continuación, realizados en 1995 en plata de ley cincelada y repujada.


Otros dos cuadros inmaculistas de devotos: un óleo sobre lienzo de Rodríguez de Losada (1891), propiedad de Carmen Endrina Caro; y otro de Manuel Lobato (1991), de la colección de Rafael Villadiego Luque.


También formó parte de esta exposición un cuadro de exvotos de latón y otros materiales de los siglos XIX y XX.


Completaban la colección de cuadros de la Inmaculada uno bordado en sedas por autor desconocido a finales del siglo XIX; y un óleo sobre lienzo de finales del siglo XVIII, ambos propiedad de Rafael Villadiego Luque.


También se pudieron ver casullas, estolas y dalmáticas recuperadas con motivo de la coronación canónica. Son de brocado de plata sobre seda celeste de principios del siglo XX. Han sido restauradas por Antonio Martín Álvarez, respetando los galones de plata originales y el brocado plateado en seda de una de las calles centrales de una de las casullas y el de una estola.


Seguidamente veíamos una fotografía de la Inmaculada Concepción sobre su paso procesional actual.


Completando lo expuesto en las paredes de esta primera sala se encontraba enmarcada la reproducción de la bula del papa Pablo V con la indulgencia plenaria y perpetua concedida el domingo de la octava del Santísimo Sacramento, el tercer día de la Pascua de Resurrección, la Natividad y Epifanía de Nuestro Señor y la Natividad de San Juan Bautista. Tiene fecha del 3 de diciembre de 1615.


Terminamos con la primera sala con dos vitrinas. En una se encontraban el diploma conmemorativo de la coronación canónica, pintada en témpera y acrílico sobre papel por Antonio García Barrero (2013); el documento de la autoría de la Inmaculada Concepción, de Gumersindo Jiménez Astorga (1878); el fajín de Estado Mayor impuesto el 8 de diciembre de 2008 a la Virgen por Jorge Viñé Blanco, general de Brigada del Cuerpo General de las Armas; la papeleta de sitio conmemorativa de la coronación canónica, pintada en acrílico sobre papel tratado por Antonio García Barrero (2013); la portada del boletín de la hermandad conmemorativo de la coronación canónica (José España Martín, 2013); y una acuarela sobre cartulina de Juan Miguel Ojeda Rubí (2013) en la que aparece la Inmaculada junto a Carlos III y San Francisco de Asís.







Y en la segunda vitrina aparecían diferentes enseres: un abanico pintado por Manuel Luque Posada (2007), propiedad de Inmaculada García Cano; el logotipo de la coronación, de Antonio García Barrero; un azulejo cerámico de la Inmaculada de Antonio Kiernam Flores (1965-1966), propiedad de José Santiago Cansino Adorna; diversos libros, medallas y devocionarios; el diseño de la convocatoria de cultos de la coronación canónica realizado en tinta sobre papel por José España Martín (2013); y el boceto del cíngulo diseñado por Enrique Bendala donado y realizado en oro por Josefa Maya.






Pasamos a la otra sala, la dedicada a piezas relacionadas con la Inmaculada pertenecientes a otras hermandades de la provincia de Sevilla y de fuera de ella. En primer lugar, encontrábamos el Estandarte de la Realeza de María de la Hermandad de Santa Marta. Está realizado en terciopelo negro bordado en oro por el taller de Sobrinos de Caro en 1965. La orfebrería de la pieza es de Emilio García Armenta, autor de la representación de la Coronación de Nuestra Señora por dos ángeles, así como del asta de plata de ley. Fue pasado a nuevo terciopelo por José Ramón Paleteiro Bellerín en 1998.


A continuación, veíamos una acuarela sobre papel de Daniel Puch en la que aparece la Pura y Limpia del Postigo con los Seises. Es propiedad de Manuel Francisco Cano Manzano.


De la Ilustrísima Universidad de Curas de Sevilla y Hermandad de San Pedro Ad Vincula es la bandera concepcionista de autor anónimo, de 1882, que se encontraba continuación. Está bordada en oro sobre seda azul con el anagrama de María, media luna, doce estrellas y la fecha de la definición del dogma concepcionista, 8 de diciembre de 1954, en un lado y la tiara y llaves con la fecha del juramento del voto, 19 de junio de 1616, en el otro.


Junto a ella, encontrábamos una casulla, una estola, un manípulo, un cubrecáliz, una bolsa de corporales y una capa pluvial de finales del siglo XIX, realizados en brocado celeste y oro. Pertenecen a la Parroquia de San Juan Bautista de Marchena y son los ornamentos litúrgicos que se utilizan en la solemnidad de la Inmaculada Concepción.


La Hermandad de la Purísima Concepción de Puente Genil (Córdoba), cedió a esta muestra diferentes enseres. Así, pudimos ver un manto y saya de terciopelo azul bordado en oro y tisú de plata bordado en oro de Sebastián Marchante (2010); un sol anónimo de 1779 realizado en plata de ley cordobesa y al que Rafael González Aguilar le realizó nuevos rayos en 1889; una media luna del siglo XVII realizada por autor desconocido en plata mejicana; una corona de Lázaro Ramírez (1779-1780) de plata de ley cincelada y repujada; una sobrepeana de querubines de Pedro Duque Cornejo (siglo XVIII) de madera tallada y policromada; y el bastón de mando de alcaldesa perpetua concedido por el Ayuntamiento de Puente Genil el 1 de mayo de 2013, con empuñadura de plata chapada en oro enriquecida con joyas de oro, realizado todo ello por el orfebre Jesús María Cosano.


Dos hermandades de penitencia sevillanas cedieron para esta exposición sus túnicas de nazareno, en las que el color azul es una clara referencia a la devoción inmaculista. Se trata de las túnicas de las hermandades de San José Obrero, recién estrenada el pasado Sábado de Pasión, y los Negritos.


Junto a ellas veíamos el Sinelabe de la Hermandad de los Dolores de Camas, con bordados de aplicación en terciopelo azul realizados por Bordados Salteras y asta de Orfebrería Villarreal en metal plateado (2002).


De la Hermandad de las Viñas, de Jerez de la Frontera, que tiene como titular a Nuestra Señora de la Concepción Coronada, es el Simpecado de Ildefonso Jiménez (2002), bordado en oro fino sobre terciopelo azul. Cuenta con una imagen de la Inmaculada realizada en madera de cedro y policromada por Pedro Benítez Pazos.


Seguimos con una talla de San Jacinto de Polonia, de autor anónimo del siglo XVII. Es de madera estofada y policromada, procedente originalmente del desaparecido Convento Virgen de los Reyes de Sevilla, y que hoy se encuentra en el Convento Dominico de Santa María La Real de Bormujos. San Jacinto sujeta en su mano izquierda una representación de la Inmaculada.


La Hermandad del Silencio participó en esta muestra con su Simpecado, confeccionado en malla de oro por Talleres Santa Bárbara en 2008, reproduciendo el diseño original de Herminia Álvarez Udell, que fue realizado en 1920 por el taller de Hijo de Olmo. Flanqueando al Simpecado veíamos el cirio del voto concepcionista, con una pintura de José Enrique Milla Martín (2013) y la espada que representa la defensa de los hermanos del Silencio del dogma inmaculista hasta derramar, si fuera necesario, la última gota de sangre, junto a la representación de Tomás Pérez (óleo sobre tabla, 1761), hermano mayor que el 29 de septiembre de 1615 promovió el voto de la hermandad por la defensa del dogma.



La Iglesia Parroquial de Santiago, de Castilleja de la Cuesta, cedió a la exposición una talla de la Inmaculada del siglo XVIII y autor anónimo, realizada en madera estofada y policromada.


También la Hermandad del Buen Fin cedió su Simpecado. Diseñado por Ignacio Gómez Millán (autor también del diseño del palio de la Virgen de la Palma) en 1952, fue bordado en oro sobre terciopelo azul por Victoria Caro. La imagen de la Inmaculada y los dos ángeles de madera policromada son de Enrique Orce, mientras que el asta de plata de ley es de Eduardo Seco Velasco.


Juan Carlos Martínez Amores es el propietario de un curioso grabado calcográfico de Juan de Jáuregui (1614), que representa a la Inmaculada apocalíptica. Fue realizada como ilustración para el libro "Vestigatio sensus in Apocalipsi", del jesuita Luis del Alcázar.


Y del grabado a la fotografía, con una instantánea de la Inmaculada tomada el siglo pasado y perteneciente a la Hermandad de la Soledad de Benacazón.


Seguidamente, contemplábamos una llamativa representación de la Inmaculada Concepción realizada por Daroal en 1998 en barro encarnado y policromado. Pertenece a la colección de David Romero Alonso.


Del Convento de las Irlandesas de Castilleja de la Cuesta es un lienzo de la Inmaculada del siglo XVIII, de autor desconocido.


Y de otro convento, el de las Agustinas de San Leandro de Sevilla, es la talla de madera estofada policromada que representa a la Inmaculada, obra de autor anónimo en el siglo XVII.


A continuación, se encontraba una imagen de la Virgen de la Alegría vestida como Inmaculada, de madera encarnada y policromada, de candelero para vestir. Pertenece a Antonio Pérez Pastor.


La Hermandad de la Humillación, de Camas, estrenó en 2011 un Banderín Concepcionista de terciopelo azul y tisú de plata con bordados de aplicación, realizado por Benítez y Roldán. Cuenta con una Inmaculada de terracota de Ángel Velázquez Vega y asta de metal plateado de José Navarro.


Al lado había una imagen de candelero para vestir del siglo XVIII con la iconografía de la Inmaculada Concepción y perteneciente a la Hermandad del Rosario de los Humeros. Vestía una saya de la Soledad de Benacazón con bordados en oro de Pedro de la Rosa Fernández (2000), y tenía a sus pies una media luna anónima de 1763 realizada en plata de ley, perteneciente a la Purísima Concepción, patrona de Gilena.


La Hermandad de las Aguas cedió el Guión de Guadalupe, realizado en terciopelo azul con apliques plateados por Vicente Martín Cartaya en 1967. Representa a la Virgen de Guadalupe de México tal como se le apareció al indio Juan Diego. Conmemora la agregación de la hermandad a la Real y Nacional Basílica de la Virgen de Guadalupe de México.


De la colección particular de Jesús López Alfonso es una talla de la Virgen del Rosario de Florentino Castiñeira (finales del siglo XVIII). Está tallada en madera encarnada y policromada, y es de candelero para vestir.


Junto a ella se encontraba una Bandera de la Purísima Concepción de La Algaba, cuyo cartel de la coronación canónica que tuvo lugar el 23 de mayo de 2004 se encontraba muy cerca.



Seguimos con una seda pintada de Nuestra Señora de Loreto de autor anónimo (siglo XVIII) con marco de madera tallada y dorada estilo rococó.


De este mismo año es una saya de la Virgen de la Concepción Coronada de la Hermandad de las Viñas, de Jerez de la Frontera, realizada por David Calleja, bordada en oro fino sobre tisú de plata. Fue estrenada en el reciente vía lucis mariano celebrado en Jerez con motivo del Año de la Fe.


El impresionante Simpecado de la Hermandad de la Amargura se encontraba a continuación. Fue diseñado por Antonio Cobos Soto en 1947 y bordado en oro sobre terciopelo azul por Guillermo Carrasquilla Rodríguez. La imagen de madera encarnada y policromada es de Sebastián Santos Rojas, mientras que el asta de plata de ley es de Fernando Cruz Suárez. Esta pieza fue galardonada con la primera medalla en la Sección de Arte Sacro en la Exposición Nacional de Artes Decorativas celebrada en Madrid ese mismo año.


A ambos lados de este Simpecado se dispusieron sendas varas de autor anónimo labradas en plata y metal plateado de la Hermandad de la Purísima Concepción de la Reina de los Ángeles, de Umbrete. Cuentan con una imagen de la Virgen de plata del siglo XVIII, resplandor y macolla de plata del XIX, y asta de metal plateado de 1988.


Seguidamente estaba el cuadro anunciador de la procesión solemne de la Purísima Concepción de Huelva del pasado 8 de diciembre de 2007. Fue pintado al óleo sobre lienzo por Mario Moya Carrasco.


También de Huelva era la saya procesional bordada en oro y sedas de colores sobre terciopelo chafado color visón, perteneciente a la Hermandad del Triunfo de Cristo y la Purísima Concepción. Fue realizada la prenda por Enrique Bendala Azcárate, Concha Caro y Concha Rodríguez en 2010.


A continuación veíamos un cuadro anónimo francés del siglo XIX con la Inmaculada hecho en petit point y con carnación pintada sobre seda. Pertenece a una colección particular.


Diferentes elementos de orfebrería se veían en una vitrina de esta segunda sala. En primer lugar, se encontraba la Inmaculada Concepción del frontal del paso de palio de la Esperanza de Triana, realizada en plata y marfil por Juan Fernández Gómez en 1947.


También había una corona de alpaca plateada, de Fernando Marmolejo (1996), de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Misericordia y María Santísima de la Concepción de Huelva.


De la Hermandad de la Carretería es una reproducción en plata de la Pura y Limpia del Postigo, realizada también por Marmolejo en 1951. Fue donada por José Fernández Ruiz. Se sitúa en el frontal del paso de palio de Nuestra Señora del Mayor Dolor en su Soledad, detrás del llamador.


Igualmente se exponía una diadema de la Purísima Concepción de Gilena, hecha en plata de ley por autor desconocido en 1745.


La Hermandad de la Paz y Caridad de Estepa cedió una corona de plata de ley de 1765, de autor anónimo. Fue donada por el VII Marqués de Estepa, Juan Bautista Centurión, y su esposa. La corona procede de Madrid, al igual que la talla de la Purísima Concepción a la que pertenece, obra de Juan de Astorga.


La Virgen de los Dolores y Misericordia, de la Hermandad de Jesús Despojado, lleva en el frontal una reproducción de la Pura y Limpia bajo el Arco del Postigo. Fue realizada en 1994 por Fernando Marmolejo Camargo y donada por María del Valle Vicedo Mensaque.


En otra vitrina, ésta horizontal, se podía ver el ajuar de la Inmaculada de la Hermandad de la Soledad de Benacazón, compuesto de manto rojo y varias prendas del siglo XIX y una saya de 1947 bordada por las Hijas de María. También lleva la Medalla de Oro del Ayuntamiento de Benacazón, del siglo XIX.



Por otro lado, sujetos a las vitrinas, se colocaron unos antiguos respiraderos que pertenecieron a la Pura y Limpia del Postigo de madera tallada y dorada, y que se encuentran actualmente en la Parroquia del Sagrario de la Catedral.


Finalmente, en la última vitrina se veían diversos enseres muy variados, como la Huella de la Virgen en relicario de plata de la Parroquia de Nuestra Señora del Carmen de Sanlúcar de Barrameda, una Inmaculada anónima del siglo XIX, un Libro de Reglas de 1784 de la Hermandad de la Purísima Concepción de la Reina de los Ángeles de Umbrete, la reproducción de las Rosas del Tepeyac que donara Juan XXIII a la Basílica de Guadalupe de México y que luce el paso de palio de la Virgen de Guadalupe de la Hermandad de las Aguas, un seise en terracota vidriada de Rioja y Lagares (siglo XX) y un azulejo de la Inmaculada de colección particular (siglo XX), entre otros.





Se completaba la exposición en el patio del Mercantil con diversos paneles con fotografías de imágenes de la Inmaculada de diversas localidades, principalmente de Sevilla, así como fotos antiguas de la historia de la Hermandad de la Calle Real.




El fantástico espacio expositivo cofradiero que supone el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla trasciende las fronteras de la ciudad. La Hermandad de la Calle Real de Castilleja de la Cuesta es el mejor ejemplo de ello, ya que, como hemos visto, "La Inmaculada: historia, dogma y devoción coronada" es la segunda muestra que organiza en este importante lugar de la calle Sierpes.

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