Así, era novedad el manto rojo bordado en oro a realce por el taller de bordados de la propia corporación del Lunes Santo, dirigido por Enrique Bendala, autor asimismo del diseño, formado por flores, hojarasca y rocalla, con cartelas de malla. Las camareras de la Virgen han donado el terciopelo y la blonda de oro. Además, un grupo de hermanos ha donado el pecherín, con el anagrama mariano, y el cíngulo.
También se estrenó el dosel de cultos, diseñado por Pepe Aguilar y dorado por Daniel Olier, con la inscripción "Sine Labe Concepta" en la parte superior, en letras doradas con fondo verde, y una paloma que simboliza el Espíritu Santo en el centro.
La Virgen del Rocío se encontraba subida en una peana dorada y llevaba una media luna a sus pies. Detrás, ante el dosel, se encontraba el trono plateado perteneciente a la Hermandad de Santa Genoveva, que lo cedió para la ocasión.
Varios candeleros con cera blanca, cuatro jarras del paso de palio con rosas, anthurium y otras especies florales, y los faroles de entrevarales completaban el montaje del besamanos.
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