domingo, 16 de febrero de 2014

HISTORIA DE UNA DEVOCIÓN


El 13 de mayo de 1954 fue coronada canónicamente la imagen de María Auxiliadora. Se cumplen, por tanto, sesenta años de aquel multitudinario acto que tuvo lugar en la Puerta de Jerez, donde no cabía un alfiler. La familia salesiana veía culminado un sueño y, para recordarlo, ha tenido lugar en el Círculo Mercantil e Industrial una exposición conmemorativa que hoy mismo se ha clausurado y que, además de contar con numerosísimas fotografías de aquella histórica jornada, ha permitido conocer más en profundidad el patrimonio de la Archicofradía de María Auxiliadora de la Trinidad, con sede en lo que hoy es Basílica Menor.
La muestra ocupaba el patio del Mercantil y una de las salas. Ambos espacios los vamos a recorrer en este reportaje que comienza precisamente en el patio, en cuyo centro podíamos ver la peana procesional de María Auxiliadora, realizada entre 1962 y 1964 por Manuel Guzmán Bejarano en madera de cedro y dorada.






Seguimos con los elementos que identifican como basílica a la sede de la hermandad en el cortejo de la cofradía, así como en el interior del propio templo: cruz basilical, de Orfebrería Jiménez Almagro (2004) y Mariano Martín Santonja (2008); tintinábulo, de Orfebrería Santos (2009); y ciriales de la cruz basilical, de autor desconocido (1960). Junto a estos enseres, los candelabros de guardabrisas del paso, de Manuel Guzmán Bejarano (1962-1964).








En un panel se podían ver dos bocetos del paso del año 1961, de Guzmán Bejarano: el original y el definitivo, tras diversas modificaciones. Junto a los bocetos, había antiguas fotografías de María Auxiliadora sobre su paso.





Junto al panel se encontraba una casulla negra de 1930 utilizada para funerales y oficios de los difuntos.


A su lado, uno de los dos candelabros (el otro estaba en la sala) regalados en 1954 a la hermandad con motivo de la coronación canónica. Tienen cinco brazos cada uno que representan a Cristo y las alegorías de los evangelistas.


A continuación, otra casulla, pero ésta de color blanco, bordada en oro sobre tisú de seda en la década de los 50.


En el patio se dispuso también una vitrina con diversos enseres. En primer lugar, dos ángeles mancebos tallados por Francisco Buiza en 1964.



También veíamos el llamador del paso de María Auxiliadora (Manuel de los Ríos, 2004), regalado por la Hermandad de la Trinidad cuando se cumplió el cincuentenario de la coronación, y varias jarras de culto y paso de la década de los 40, que formaban parte de la carroza alegórica que participó en la procesión extraordinaria celebrada el día de la coronación.


A su lado, había un juego de incensario y naveta de Orfebrería Santos (mayo de 2009).


Antes de dejar el patio hay que mencionar el retablo cerámico de María Auxiliadora realizado por Joaquín Soriano este mismo año, con el objetivo de colocarlo en la Puerta de Jerez para recordar la coronación canónica celebrada en dicho lugar. Con el objetivo de sufragar los gastos del azulejo y su colocación se recogían donativos de los visitantes a la exposición.




Entrando ya en la sala, veíamos en primer lugar la Bandera de María Auxiliadora (1984), diseñada por José Méndez y bordada por Carrasquilla.


Junto a ella, entre varias fotos antiguas de María Auxiliadora en su templo, había una pintura de Luis Rizo Haro (2009), propiedad de un particular.


Seguimos con una casulla coral, bordada en oro fino sobre seda natural en 1960.


A su lado, bajo una orla dorada y entre candeleros, se encontraba la custodia de oro que realizara a principios del siglo XX el taller madrileño de Ansorena e Hijos, y que fue enriquecida con joyas donadas por los devotos.



De nuevo, otra casulla, en este caso del siglo XIX, bordada en oro y sedas de colores sobre tisú de plata.


Veíamos a continuación el cartel que Luis Rizo pintó en 1993 con motivo del centenario de la Casa Salesiana de la Santísima Trinidad.


Entre más fotos antiguas de diferentes salidas procesionales de María Auxiliadora y de San Juan Bosco se encontraba el estandarte corporativo, con un lienzo de José Méndez (1981) y bordados de Mariano Martín Santonja (2010).



La pared más ancha de esta sala, frente a la puerta de acceso, contaba en su parte superior con varios banderines relacionados con diversos grupos de las Escuelas Salesianas de la Santísima Trinidad.







Seguimos con varias fotos tomadas aquel 13 de mayo de 1954, tanto de la procesión como del acto de imposición de las coronas a María Auxiliadora y al Niño por parte del Cardenal Segura.



También se reproducían en formato facsímil el programa del acto, el itinerario de la procesión y la distribución de cada colectivo salesiano en la Puerta de Jerez.


Seguimos con el patrimonio de la hermandad con la imagen del Niño Rey y Redentor, fechado en el siglo XIII. Cuenta la tradición que fue traído por San Fernando, quien se la cedió a los religiosos Redentores. Durante muchos años, esta talla llegó a salir en la procesión de María Auxiliadora.



A su lado, una casulla celeste y plata de 1958, regalada con motivo del cuarto aniversario de la coronación canónica.


Llamaba mucho la atención, sobre todo comparándolo con los carteles actuales, el que se realizó con motivo de la propia coronación canónica de María Auxiliadora, que seguía el estilo modernista. Fue impreso en los Talleres Salesianos de la Trinidad.


Bajo el cartel se reproducía el decreto de la coronación canónica de María Auxiliadora.


Para representar la extendidísima devoción a María Auxiliadora, se colocó una pequeña mesa sobre la que se dispusieron una pequeña reproducción de la Virgen y varias estampas, cedido todo ello por la familia Méndez Rodríguez.



Otra casulla se veía a continuación. Se trata de la casulla de la coronación canónica, utilizada durante el triduo que se celebró los días previos en la Parroquia del Sagrario de la Catedral.


El pergamino acreditativo de la concesión de la réplica de la Medalla de la Ciudad a la Archicofradía de María Auxiliadora se veía a continuación, firmado por la alcaldesa, Soledad Becerril, el 24 de mayo de 1996.


En una vitrina se exponían un juego de vinajeras en plata de ley, un cáliz de oro de 1794 y un juego de cálices y copones de plata de ley del siglo XIX.


Seguimos con una pintura de María Auxiliadora de autor desconocido datada en la década de los años 30.


Bajo esta pintura, más fotografías del acto de la coronación canónica de 1954 y de la procesión posterior.


Junto a ella, se encontraba la bandera del centenario de María Auxiliadora, bordada por Fernández y Enríquez en 1996.



De José María Méndez es un dibujo a lápiz de María Auxiliadora realizado sólo unos días antes del inicio de esta exposición.


Y bajo éste, se colocaron una vara dorada de Orfebrería Santos (1960) y otras dos de insignias de autor desconocido (década de los años 20).




Continuamos con parte de un retablo cerámico de 1920 que estaba ubicado en la fachada de la Comunidad Salesiana y que fue retirado en 1961 por las obras de transformación del colegio. Veíamos los azulejos recuperados por Joaquín Laureiro Romero y una foto del azulejo completo en su ubicación original.



A su lado, se colocaron varias fotografías del acto de imposición de la Medalla de la Ciudad por parte de la alcaldesa, Soledad Becerril, a la imagen de María Auxiliadora el 24 de mayo de 1996.


Junto a estas fotos, el Simpecado de María Auxiliadora, bordado en oro fino sobre tisú de oro celeste en 1931 por autor desconocido.



A ambos lados del Simpecado había sendas insignias de presidencia de Orfebrería Triana, de la década de los 80.


De nuevo vemos una obra de Luis Rizo Haro. En este caso, se trata del cartel del cincuentenario de la coronación canónica de María Auxiliadora (2004).


Vemos a continuación el frontal del paso de María Auxiliadora, tallado en madera de cedro por Manuel Guzmán Bejarano entre 1962 y 1964. Está dorado, como todo el paso, con oro de 23 quilates.




Sobre él se colocó el cuadro de Nuria Barrera que el Círculo Mercantil e Industrial ha regalado a la Archicofradía de María Auxiliadora por la celebración de esta exposición.


Y sobre éste, una pintura de San Juan Bosco perteneciente al patrimonio de la corporación.


A su lado, se colocó el cartel de las Glorias de 2007, pintado por Pilar González Jaraquemada, quien situó como motivo principal de la obra a María Auxiliadora.


Seguimos con el estandarte de Santo Domingo Savio, que cuenta con un lienzo de José María Méndez (1999), mientras que los bordados corresponden a Jesús Migueles Fuentes (2004).



A su lado, dos pinturas de María Auxiliadora: una de Luis Rizo (1999), propiedad de un particular; y la otra de Nuria Barrera (2013), utilizada para la portada del Pregón de las Glorias pronunciado por Antonio Gila Bohórquez.


Veíamos a su lado varias fotos de los cultos a Santo Domingo Savio en 1954 y del retablo mayor del templo en 1970.


Debajo, en el suelo, había dos jarras del paso y de cultos de la década de 1940, pertenecientes al mismo juego de las expuestas en el patio en una vitrina.


A su lado, una imagen del arcángel San Miguel, tallada en madera de haya en el siglo XVII. Estaba bajo una galería de novena y besamanos, del taller de Mariano Rojo (década de los 60) y entre hachones de madera dorados del taller de escultura de la Trinidad (década de los 20).




A su lado, en una pequeña vitrina se colocó un Niño Jesús de autor y fecha desconocidos, pero que está vestido de seise desde 2004. A ambos lados había dos de los ángeles de Luis Ortega Bru (1966) que están repartidos por todo el canasto del paso de San Juan Bosco.


Contiuamos con un cuadro pintado por Del Valle y regalado por la archicofradía a Cloti Luna Nogales en febrero de 2013.


Debajo había una curiosa fotografía de 1955 de la ceremonia de bajada de María Auxiliadora desde su camarín hasta el presbiterio, ceremonia que se celebra desde 1923.


A su lado, se situó una pequeña imagen de María Auxiliadora que preside la capilla de la Comunidad Salesiana de la Casa Inspectorial. Es obra de José Pérez Conde de finales del siglo pasado. Estaba rodeada de fotos de María Auxiliadora en besamanos y bajo el emblema de los salesianos.


Junto a ella, en el suelo, un candelero dorado del taller de escultura de la Trinidad, realizado en madera de pino en la década de los años 50.


En el centro de la sala se encontraban las coronas de María Auxiliadora y el Niño, y el cetro, todo ello de oro y de autor desconocido (1910). Estas preseas fueron enriquecidas con joyas donadas por devotos de cara a la coronación canónica de 1954.





También se exponía la réplica de la Medalla de la Ciudad impuesta el 24 de mayo de 1996 a María Auxiliadora por Soledad Becerril.


Otra pieza de interés es la aureola de plata regalada por suscripción popular en 2008 con motivo del nombramiento del Santuario como Basílica Menor. Es obra de Manuel Jiménez Almagro.




Junto a ella se colocó la rosa de plata regalada en 1974 por la Asociación de Antiguos Alumnos de Don Bosco e impuesta por el Cardenal Bueno Monreal el 24 de mayo de dicho año.


En otra vitrina se exponían diferentes joyas regaladas a María Auxiliadora por diferentes motivos.












En la muestra también se incluyeron folletos y publicaciones diversas sobre actos y cultos relacionados con María Auxiliadora pertenecientes a diferentes épocas.




Finalmente, en otra vitrina se podían ver los pendientes de oro y topacios regalados por la Hermandad de la Trinidad a María Auxiliadora con motivo de la coronación canónica, y diferentes cartas y publicaciones relacionadas específicamente con tal acontecimiento.




En pleno auge de las exposiciones cofradieras, la Archicofradía de María Auxiliadora no ha querido dejar pasar la oportunidad de organizar una con motivo de la celebración de los sesenta años transcurridos desde que su titular mariana, referente devocional salesiano, fuera coronada canónicamente por el Cardenal Segura, contribuyendo así a que los cofrades conozcan un poquito mejor a esta corporación.

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