lunes, 2 de junio de 2014

MACARENA: DE LA PLAZA DE ESPAÑA A LA UNIVERSIDAD


Finalizada la solemne función principal en la Plaza de España, presidida por el arzobispo de Sevilla, Juan José Asenjo, y llena de detalles para recordar, el paso de palio de la Esperanza Macarena se puso en movimiento a eso de las dos de la tarde para emprender el segundo traslado de la jornada, el que la habría de llevar hasta el Rectorado de la Universidad Hispalense para resguardarse del intensísimo calor que a esa hora caía sobre las cabezas de todos los presentes.
De nuevo la cruz de guía encabezaba el cortejo, pero esta vez la seguían los estandartes de todas las hermandades que acudieron a la función, innumerables, tanto de Sevilla como muchas de fuera, incluyendo el estandarte de la Hermandad de la Macarena de Miami, cuyo hermano mayor, que no pudo desplazarse, lo envió por avión hasta la capital hispalense.
Tan amplio era el número de hermandades invitadas, que cuando aún faltaba mucho para que la Macarena abandonase la Plaza de España, las primeras en salir ya habían llegado a la Universidad, completando el breve recorrido. De hecho, por momentos parecía la procesión del Corpus por la interminable hilera de bacalaos uno detrás de otro.
Entre las cofradías representadas, las de la Madrugá, las cofradías con vírgenes coronadas y otras hermandades de penitencia y de gloria. Sin embargo, contrariamente a lo que suele ocurrir, las hermandades no seguían ningún orden determinado, sino que estaban mezcladas las de gloria con las penitenciales, las de Sevilla y las de fuera, las coronadas y no… Sin embargo, sí se cuidó que las cofradías más cercanas al estandarte de la Macarena fueran la Esperanza de Triana, el Gran Poder, el Rocío de la Macarena, el Carmen de San Gil y la Sacramental de San Gil.







“Suspiros de España”, regionalismo puro en el regionalismo arquitectónico de la Plaza de España para despedir a la Macarena del templo al aire libre que fue por unas horas el monumento de Aníbal González. Después tomó el relevo de nuevo la incombustible Banda del Carmen de Salteras, que interpretó “Coronación de la Macarena” para iniciar el recorrido, a la que siguió “Macarena”, de Abel Moreno. Posteriormente sonó de nuevo, como en su llegada al parque, el “Himno a la Esperanza Macarena”, cuya letra, compuesta por Joaquín Caro Romero, cada vez la conoce más gente. Después, mientras el palio se acercaba al panel de flores de La Raza, la banda interpretó “Madrugá macarena”. Ante la gran corona de flores el paso se detuvo y recibió de los propietarios de este grupo gastronómico la donación de un ramo que fue colocado a los pies de la Esperanza.







 




A continuación, el paso de palio continuó su camino con la bellísima marcha “Esperanza”, de Manuel Marvizón, con la que la Virgen salió de nuevo a la Glorieta del Cid. Había una enorme cantidad de gente, pero el sol y los 34 grados de temperatura que había en ese momento ahuyentaron a muchos, que prefirieron quedarse junto a los árboles, a la sombra, y contemplar la procesión desde una cierta distancia. Esto permitió a los más valientes caminar junto al paso de palio con una cierta comodidad.
“Virgen Macarena”, “La Estrella Sublime”, “Madre Purísima Macarena” y “Pasa la Virgen Macarena” fueron las marchas que sonaron por esta zona. El paso avanzó por el pasillo que le hicieron algunas de las hermandades con sus estandartes antes de acceder a la Lonja de la Universidad.





























Ya en el recinto de la antigua Fábrica de Tabacos, donde no podía entrar la gente, una tuna recibió a la Esperanza. Después, se dirigió a la Capilla de los Estudiantes, con el Cristo de la Buena Muerte, la Virgen de la Angustia y San Juan colocados a modo de Calvario frente a la puerta trasera del pequeño templo. Posteriormente, la Macarena se encaminó al Rectorado, en cuyo vestíbulo principal quedó detenida a la espera del inicio del definitivo traslado, el más largo e intenso, de regreso a su basílica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario