lunes, 23 de febrero de 2015

LA PIEDAD DEL BARATILLO CELEBRÓ EN LA CARIDAD LA FUNCIÓN PRINCIPAL


Este sábado, pasadas las ocho y media de la tarde, la Hermandad del Baratillo iniciaba el traslado de la Virgen de la Piedad y el Cristo de la Misericordia desde su capilla, donde acababa de finalizar el quinario anual, hasta la Iglesia de San Jorge, en el Hospital de la Caridad, donde al día siguiente iba a tener lugar la función principal de instituto.
La cruz alzada y los ciriales iniciaban el cortejo, a los que seguían varias parejas de hermanos con cirios azules, el estandarte corporativo, una capilla musical y la Escolanía María Auxiliadora antes del cuerpo de ciriales y las andas con el conjunto de la Piedad baratillera.





La Virgen de la Piedad, vestida con su manto azul y saya roja de salida, y el Cristo de la Misericordia tenían a sus pies en las andas un pequeño monte de lirios morados salpicados con claveles rojos. Además, iluminaban al grupo escultórico cuatro guardabrisones del paso de la Piedad, con cera igualmente azul.
El breve itinerario entre la capilla de la Hermandad del Baratillo y San Jorge llevó al cortejo a tomar desde Adriano la calle Antonia Díaz; la primera de un conjunto de calles por las que no pasa la cofradía el Miércoles Santo, pese a ser históricas vías del barrio del Arenal.












Las andas, guiadas por el capataz Julián Huertas, siguieron a continuación por la estrechez de la calle Techada, para salir hasta Dos de Mayo, donde esperaba una representación de la Hermandad de las Aguas con el estandarte y con las puertas de la Capilla del Rosario abiertas de par en par.









El último tramo de este breve traslado fue la calle Temprado, por la que avanzó hasta la reja que da acceso al recinto del Hospital de la Caridad. La baja altura del remate de dicha reja obligó a los encargados de llevar las andas a bajarlas sujetándolas con los antebrazos y caminando lentamente de lado hasta que la ráfaga de la Virgen de la Piedad pudo sortear el obstáculo.
Seguidamente, recuperada la altura normal, los hermanos tuvieron que superar otra dificultad, como es la escalera que, desde el atrio del hospital, conduce hasta la fachada de la Iglesia de San Jorge para entrar definitivamente en ella, quedando colocados la Virgen de la Piedad y el Cristo de la Misericordia en el lado de la Epístola.
El Cristo de la Misericordia de Ortega Bru que recibe en sus brazos la Virgen de la Piedad de Fernández Andes, junto al Cristo que es amortajado a los pies de la cruz en el fantástico retablo que Pedro Roldán realizó para la monumental iglesia de la Caridad.




















Culminado el traslado, se rezaron las oraciones finales y se pidió a las numerosas personas que llenaban el templo que lo abandonasen para prepararlo para la función que se celebró el domingo a las diez y media de la mañana, tras la que tuvo lugar el regreso del misterio de la Piedad hasta su capilla de la calle Adriano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario