lunes, 23 de marzo de 2015

EL SEÑOR DE LA REDENCIÓN PRESIDIÓ EL VÍA CRUCIS SOBRE LAS ANDAS DEL CAUTIVO


Este sábado tuvo lugar el vía crucis de la Hermandad del Beso de Judas, presidido por la imagen de Nuestro Padre Jesús de la Redención, que recorrió las calles de la feligresía de Santiago. A las siete y media de la tarde se abrían las puertas del templo, como lo harán dentro de sólo una semana, para que comenzara a salir el cortejo, encabezado por cruz alzada y ciriales.
Varias parejas de hermanos con cirios acompañaron al Señor de la Redención por las calles. También lo hizo una representación de la Hermandad de San Roque, que recientemente concedió su medalla de oro a la del Beso de Judas por la ayuda prestada el año pasado, cuando la cofradía del Domingo de Ramos tuvo que salir desde el templo de Santiago.
Un trío de capilla de la Banda de Santa María de las Nieves, de Olivares, puso la música durante el recorrido de este vía crucis.




Tras el cuerpo de acólitos, venía el Señor de la Redención, que vestía túnica granate y lisa, y sobre el hombro derecho llevaba el mantolín morado bordado en oro perteneciente al ajuar del Santísimo Cristo de la Humildad y Paciencia, cedido para la ocasión por la Hermandad de la Cena.
El Señor iba sobre las andas del Cautivo de San Ildefonso, portado al hombro por dos filas de hermanos que se iban turnando a lo largo del vía crucis.
Nada más salir a la antigua Plaza de López Pintado, hoy bautizada con el nombre del Señor de la Redención, el cortejo tomó la calle Santiago en dirección a Muro de los Navarros, donde se rezaron varias de las estaciones.














Tras salir de la calle Santiago, Nuestro Padre Jesús de la Redención siguió por Juan de la Encina y Calería, con Paco Reguera al frente de las andas, que estaban adornadas con lirios, claveles, tulipanes y otras flores de tonalidades moradas.
Mucha gente seguía el recorrido de este vía crucis, lo que dificultaba en varios momentos que pudiera avanzar con normalidad. Algunos hermanos comentaban incluso que, cuando apenas habían pasado tres cuartos de hora desde la salida, ya se acumulaba un cierto retraso. Parece que también en los vía crucis hay obsesión por el reloj.

























A partir de ahí, el vía crucis continuó su recorrido, que le llevó a pasar por San Esteban, San Ildefonso y el Convento de San Leandro, regresando a su templo por Cardenal Cervantes y la calle Santiago.
Hay que apuntar que este vía crucis tuvo un componente solidario, ya que todos los participantes en él tuvieron que aportar un kilo de alimentos no perecederos cada uno para paliar las necesidades de hermanos y feligreses en precaria situación económica.
Posteriormente, durante toda la jornada del domingo, Nuestro Padre Jesús de la Redención estuvo expuesto en besapié.

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