Esta noche ha tenido lugar el vía crucis de la Hermandad de las Cigarreras, con la imagen del Señor Atado a la Columna recorriendo en andas el barrio de los Remedios. A las siete y media de la tarde se producía la salida del cortejo desde la Capilla de la Fábrica de Tabacos, con la cruz alzada y los ciriales guiando a los hermanos que, con cirios morados, han participado en este culto externo.
También ha formado parte del cortejo el estandarte corporativo, así como un trío de capilla de la Banda de Música Nuestra Señora de la Victoria, mientras que el Coro de la Hermandad de Jesús Despojado ha interpretado diversos cánticos desde detrás de las andas.
Este año, las andas sobre las que iba el Señor Atado a la Columna contaban con la iluminación de los antiguos candelabros del paso de palio de la Virgen de la Merced, de la Hermandad de Pasión. En cuanto al exorno floral, se componía de la variedad cromática que tan de moda está últimamente, con lirios morados, claveles granates, calas blancas y otras especies.
Una vez en la calle, el cortejo ha tomado la calle Juan Sebastián Elcano y, por Virgen de la Victoria y Asunción, ha buscado las calles más cercanas a la Parroquia de los Remedios, por la que ha pasado durante el rezo de las diferentes estaciones.
Ya de regreso desde dicho templo, el Señor Atado a la Columna ha salido de nuevo a Asunción por Virgen de Loreto.
Al igual que a la ida, el Señor ha tomado de nuevo la calle con el nombre de la dolorosa de la hermandad, en la que se han rezado hasta dos estaciones más de este vía crucis de las Cigarreras.
Desde Virgen de la Victoria, el Señor ha salido otra vez a Juan Sebastián Elcano y ha entrado en el recinto de la Fábrica de Tabacos, donde se ha rezado una nueva estación. Posteriormente, ha rodeado la fuente de la plaza que se abre ante la Capilla hasta quedar detenido frente a la puerta, donde se ha rezado la última estación y el Coro de Jesús Despojado ha cantado el "Soneto a Cristo Crucificado".
Antes de entrar en la Capilla, las andas se han dado la vuelta para entrar mirando a la calle que pisará otra vez en pocos días, el próximo Jueves Santo.
Ya dentro se han rezado las oraciones finales, que se han dedicado al Papa Francisco y a sus intenciones en beneficio de la Iglesia Católica, y el Señor Atado a la Columna se ha quedado ante la Virgen de la Victoria, que está ya entronizada en su paso de palio completamente montado, a falta sólo de las flores.
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