miércoles, 14 de octubre de 2015

LA VIRGEN DEL PILAR RECORRIÓ EN SU FESTIVIDAD LA FELIGRESÍA DE SAN PEDRO


Había llovido por la mañana, con gran intensidad incluso hacia el mediodía, pero la tarde abrió y en los alrededores de la Parroquia de San Pedro no había apenas dudas cuando faltaban pocos minutos para las seis menos cuarto de la tarde, hora fijada para la salida procesional de la Hermandad del Pilar.
Efectivamente, casi a esa hora Andrés Martín, delegado de Hermandades de Gloria del Consejo de Cofradías, avisaba a uno de los agentes de la Policía Local destinados a regular el tráfico que las puertas de San Pedro iban a abrirse, como así ocurrió instantes después. En cualquier caso, tardó un poco en ponerse en camino la cofradía, mientras se cortaba el tráfico en condiciones de seguridad. La cruz de guía, de madera dorada, y los faroles de plata estuvieron algunos minutos bajo el dintel de la parroquia antes de iniciar el recorrido procesional.
Detrás iban la bandera concepcionista, el simpecado y las representaciones de las hermandades de Araceli, Virgen de la Cabeza, Divina Pastora de Santa Marina y el Cristo de Burgos, además del estandarte de la Hermandad del Pilar.








Guiado por Antonio Santiago y sus auxiliares, el paso de la Virgen del Pilar, escoltado por tres guardias civiles al ser esta advocación la Patrona de la Benemérita, fue acercándose a la puerta de salida, para lo que fue necesario girar la parte alta de la estructura de madera y vidrio que cubre el arco de medio punto de la puerta interior.
La Virgen del Pilar, vestida con manto burdeos bordados en oro y saya de tisú, salió a las calles a los sones del Himno de España, interpretado por la Banda de Música María Santísima de la Victoria, de las Cigarreras, que esa mañana se quedó con las ganas de acompañar por las calles a la Virgen del Rosario de los Humeros.
Margaritas, rosas, nardos y otras flores exornaban este paso que nuevamente, como desde hace algunos años, lució en el frontal de los respiraderos una bandera de España plegada, como corresponde a la Virgen del Pilar como Patrona de la Hispanidad.
Este año la cofradía ha rodeado la Plaza del Cristo de Burgos antes de tomar la calle Doña María Coronel. En todo este fragmento de su itinerario, la Banda de las Cigarreras tocó las composiciones "Pilar de Sevilla", "Coronación de la Macarena" y "Rocío".
Después, Antonio Santiago pidió a sus costaleros dedicar la levantá a una niña enferma ingresada en el hospital. "Unos familiares de esta niña están aquí delante y van a rezarle a Santa Ángela por ella; nosotros le rezamos dedicándole esta levantá". Acto seguido, sonó "Virgen de la Paz" y "Hermanos costaleros de San Esteban" en la revirá de San Pedro a Doña María Coronel.


































  
























Ya en Doña María Coronel, el paso de la Virgen del Pilar avanzó rodeada de una gran cantidad de personas a los sones de "La Asunción de Cantillana". Una mujer a punto estuvo de caerse en el alcorque de uno de los naranjos de la calle. "Esto es un peligro", protestó mientras se agarraba del brazo de otra señora.
Más adelante, en el giro a la calle Gerona, la banda tocó "Alma de la Trinidad". Al final de la calle esperaban a la Virgen del Pilar varios ancianos de la Residencia San Juan Grande, sentados en una improvisada tribuna en la que no faltó un cuadro de la Patrona de la Hispanidad rodeado de flores. Hasta ahí llegó el paso con "Virgen de Montserrat" y se volvió ante los ancianos, que rezaron el Ave María y gritaron "¡Viva la Virgen del Pilar!". Antonio Santiago les dedicó además la levantá.
A continuación, la Virgen siguió su camino con "Esperanza Macarena", que sonó dos veces hasta llegar al Convento del Espíritu Santo.









































Con la marcha "Virgen de la Victoria", el paso de estilo gótico de la Virgen del Pilar se alejó del convento y siguió hacia San Juan de la Palma. Posteriormente, giró a Feria a los sones de "Encarnación Coronada", con la que alcanzó la puerta ojival de la Iglesia de San Juan de la Palma, donde la representación de la Hermandad de la Cabeza, que hasta entonces había formado parte del cortejo, se unió a las de la Amargura y Montemayor para recibir en su templo a la Virgen del Pilar, a la que rezaron la Salve y entregaron una ofrenda floral.
Después, buscó por la calle Madre María de la Purísima la Capilla de la Divina Pastora, donde esperaba también su hermandad con el estandarte y a la que llegó con una doble interpretación de "Hiniesta Coronada". Los cofrades pastoreños también cantaron la Salve e hicieron una ofrenda de claveles y gladiolos.
Desde ahí, mientras la Banda de las Cigarreras interpretaba "La Pilarica" y los cofrades de la Divina Pastora lanzaron una petalada, la Virgen del Pilar continuó por la calle Amparo, donde también se pudo escuchar "¿Quién te vio y no te recuerda?", seguida posteriormente por "Como tú ninguna" ya en la Plaza del Pozo Santo, deteniéndose en la puerta del convento del mismo nombre, donde las hermanas terciarias franciscanas cantaron la composición "Madre, sálvame", rubricando su intervención con un "¡Viva la Virgen del Pilar!" y un "¡Viva España!".

















  






  











Seguidamente, la Virgen del Pilar se alejó del Convento del Pozo Santo con la marcha "Hosanna in excelsis" y después, por la estrechez de Jerónimo Hernández, Antonio Santiago mandó a los costaleros avanzar con celeridad mientras sonaba "Macarena", de Emilio Cebrián.
Después, ya en el tramo más ancho de la misma calle, la banda tocó "Esos tus ojos" para acto seguido interpretar "Pasan los campanilleros" en el giro a Santa Ángela de la Cruz.
Las Hermanas de la Cruz esperaban a la Virgen del Pilar en el zaguán del convento. Allí llegó el paso con la marcha "Virgen de los Reyes". Las religiosas le dedicaron a la Virgen una versión cantada de la preciosa oración "Bendita sea tu pureza". Antonio Santiago pidió que el paso se levantara a pulso, momento en que se rezó el Ave María.
Acto seguido, sonó "Madrugá Macarena", seguida de "Triana tu Esperanza". Posteriormente, los costaleros tuvieron que sortear sin dificultad el marmolillo situado en la parte más estrecha de la calle y, tras el último relevo de costaleros, la banda interpretó la bellísima composición "Bajo tu Amparo".

























Finalmente, la Virgen del Pilar alcanzó de nuevo la Parroquia de San Pedro, saliendo de Santa Ángela de la Cruz con la marcha "La Pilarica". Después, tras detenerse junto al azulejo del Cristo de Burgos, llegó a la puerta del templo con la que había sido la primera marcha en la salida, "Pilar de Sevilla", seguida por el Himno Nacional cuando entraba.


















Cuando faltaban algunos minutos para las diez de la noche, la Virgen del Pilar llegaba a la Parroquia de San Pedro, completando así la salida procesional de esta hermandad de gloria, fundada según la tradición por caballeros aragoneses que llegaron a Sevilla para participar en la Reconquista.

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