jueves, 22 de octubre de 2015

SEVILLA EN JEREZ (XXIX): El antiguo palio de la O, de las Antúnez, cobija el duelo de la Piedad

Llegamos por fin al último capítulo de "Sevilla en Jerez" con la Hermandad de la Piedad, que cierra en la noche del Viernes Santo la carrera oficial jerezana, dado que la Hermandad del Resucitado de la ciudad gaditana, que procesiona en la mañana del Domingo de Resurrección, no recorre el itinerario común de todas las cofradías de penitencia y, además, sale desde la propia Catedral.
Hay que dejar claro que la brillante Semana Santa de Jerez tiene más hermandades que las que se han tratado en esta serie, ya que han quedado fuera las que carecen en principio de una clara relación de herencia de patrimonio histórico o estilístico con las cofradías sevillanas.
Así pues, en la Hermandad de la Piedad, que tiene su sede en la Real Capilla del Calvario, enclavada curiosamente frente al zoológico de Jerez, encontramos el último caso de antiguos enseres sevillanos que han acabado en esta ciudad, para gloria de su propia Semana Santa.

Real Capilla de Calvario, sede de la Hermandad de la Piedad

La Hermandad de la Piedad tiene su origen en el año 1547, y ya en el siglo XVII se fusionó con la del Santo Entierro, de época fundacional imprecisa, aunque podría datar del siglo XIV, en la época del rey Alfonso XI. Su titular mariana es la bella imagen de Nuestra Señora de la Piedad, de la que se sabe que fue bendecida en 1718, pero se desconoce el nombre de su autor, aunque recientemente se ha venido atribuyendo a un escultor llamado Ignacio López, muy activo en aquellos años en la zona de El Puerto de Santa María, donde residía a raíz de su traslado desde Sevilla.

Nuestra Señora de la Piedad (Foto: hermandaddelapiedaddejerez.blogspot.com)

En 1930, la Hermandad de la Piedad adquiere el conjunto de palio y manto a la Hermandad de la O de Sevilla, que es el que hoy en día sigue cobijando a la Virgen de la Piedad por las calles jerezanas. No se trata de un conjunto de bordados cualquiera, sino de dos piezas históricas de una grandísima calidad. Ambas cuentan con bordados en oro sobre terciopelo negro y fueron confeccionadas por las hermanas Ana y Josefa Antúnez, según el diseño de Manuel Beltrán Jiménez. El palio se estrenó en 1882, mientras que el manto es de 1891. Tras su venta a la Piedad de Jerez, la O estrenaría un palio con bordados de aplicación de Francisco Farfán Ramos, que hoy pertenece a la Macarena de Barcelona.

La antigua Virgen de la O, bajo el palio de las Hermanas Antúnez

Una vez en Jerez, con los años el paso de palio de la Virgen de la Piedad fue enriqueciéndose con nuevos enseres, como los varales y la corona, del taller de Seco (1949), o los candelabros de cola, de Lorenzo Jiménez Rueda (1973).

La Virgen de la Piedad de Jerez, con el palio y manto de las Hermanas Antúnez (Foto: ilenro.blogspot.com)

Otro aspecto destacable que le da a este paso una característica prácticamente única es que la Virgen de la Piedad no va sola bajo palio, sino que la acompañan San Juan Evangelista y las tres Marías, imágenes todas del mismo autor que la dolorosa y que fueron bendecidas también en 1718.
Durante muchos años, la Piedad procesionó en solitario, pero en 2003 la hermandad aprobó incorporar al paso de palio esas cuatro tallas secundarias conformando la escena del Duelo, la que la Hermandad del Santo Entierro de Sevilla lleva en su tercer paso, aunque con el añadido de José de Arimatea y Nicodemo.

El paso de palio de la Piedad jerezana, acompañada de San Juan y las tres Marías

El palio de la Piedad es el segundo de los pasos de esta hermandad. El primero, también de un enorme valor artístico, es el del Santísimo Cristo Yacente, una talla anónima del siglo XVI que poseía los brazos articulados, ya que antiguamente la hermandad llevaba a cabo en la calle la ceremonia del Descendimiento de Cristo. Tenía cabellera de pelo natural, aunque se le retiró en su última restauración, en 2003.

Santísimo Cristo Yacente (Foto: hermandaddelapiedaddejerez.blogspot.com)

El Yacente de Jerez procesiona en una impresionante urna de plata labrada por Juan Laureano de Pina entre los años 1669 y 1694, año en que se estrenó gracias a la donación de la familia Ponce de León a la hermandad.
Desde hace algunos años es portada por costaleros, ya que antes iba sobre ruedas. Además, en 2014 fue acompañado por primera vez por una banda de cornetas y tambores, un acompañamiento no muy frecuente para esta iconografía.

Paso del Santísimo Cristo Yacente de Jerez

Por otro lado, hay que subrayar que desde 2004 preceden al paso del Yacente un total de dieciocho acólitos con otros tantos ciriales. Esto es otra influencia sevillana, ya que la Hermandad de la Mortaja lleva ese mismo número de ciriales delante de su paso de misterio.
El problema, en este caso, reside en que la Hermandad de la Piedad de Jerez ha hecho suyo un error histórico o de interpretación que, por alguna razón, se ha extendido hasta el punto de convertir la explicación a la presencia de esos dieciocho ciriales en una especie de dogma de fe que, sin embargo, no se sostiene por ningún lado.
Según explica la propia hermandad, los ciriales simbolizan a cada una de las dieciocho personas que habrían asistido al entierro de Jesucristo; una cifra que por más que nos empeñemos no sale por ninguna parte. Esta explicación es igualmente dada por válida por muchísimos cofrades de Sevilla al referirse a la Hermandad de la Mortaja, cuando lo cierto es que ese número concreto de ciriales hace referencia al número de notarios que existieron en cierta época en Sevilla, gremio estrechamente relacionado con la Mortaja.
Así pues, lo que lamentablemente ha hecho la Hermandad de la Piedad de Jerez es reproducir una errónea interpretación proveniente de la Mortaja sevillana.

Los dieciocho ciriales que preceden al Santísimo Cristo Yacente de Jerez (Foto: diariodejerez.es)

Finalmente, debemos indicar que durante aproximadamente dos siglos, hasta 1955, la Hermandad de la Piedad de Jerez, al igual que la del Santo Entierro de Sevilla, contó con un paso alegórico del Triunfo de la Santa Cruz, de autor anónimo, que representaba lo mismo que el paso sevillano: la muerte derrotada ante la cruz. Y también en Jerez tenía un apodo popular; si en Sevilla es la Canina, en Jerez era conocida como la Chacha.

La Chacha

Por todo lo alto se cierra en Jerez la carrera oficial con la Hermandad de la Piedad, una de las cofradías con mayor peso histórico de la ciudad y con un patrimonio envidiable entre el que, una vez más, se encuentran enseres que Sevilla dejó escapar, para arrepentimiento de muchos.

1 comentario:

  1. Gran artículo una vez más, una lástima que se acabe esta serie de artículos, mi enhorabuena por su gran trabajo, aunque me gustaría indicarle un pequeño fallo en este en concreto y es que la Hermandad de la Piedad aprobó en 2003 la incorporación del Duelo junto a la Santísima Virgen como antaño lo hicieran, aunque sólo para ese año, gustó tanto como usted dice que ya se quedó como algo fijo, el Encuentro Nacional de Hermandades fue algo que ocurrió en el 2005 cuando ya el conjunto del duelo era una realidad de cada Viernes Santo. Reciba un cordial saludo desde Jerez.

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