martes, 9 de febrero de 2016

X ANIVERSARIO DE CÍRCULO DE PASIÓN


Diez años hace ya de aquella exposición protagonizada por la Hermandad de la Soledad de San Buenaventura, con la que el Círculo Mercantil e Industrial de Sevilla, en su sede de la calle Sierpes, se reveló como un espacio expositivo para las hermandades sevillanas e incluso de la provincia.
Para celebrarlo, y sólo unos días después de clausurarse la muestra de la Esperanza de Triana, el Mercantil acoge ahora la exposición de exposiciones; una especie de recopilación de muestras en la que han participado prácticamente todas las hermandades de la capital que han tenido a lo largo de estos años su propio "Círculo de Pasión", ya sea en muestras monográficas o como parte de exposiciones colectivas de diversas corporaciones.
El resultado es una exposición con enseres de todo tipo, algunos de los cuales no estuvieron en su día en el Mercantil; obras de los autores más diversos, desde Francisco Antonio Gijón hasta el taller de bordados Santa Bárbara, pasando por nombres como los de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, Luis Ortega Bru, Eduardo Seco Imberg o José Antonio Navarro Arteaga, entre muchos otros.
Como es habitual en este blog, algo en lo que es absolutamente pionero, vamos a repasar todas y cada una de las obras que forman parte de esta exposición, que podrá visitarse hasta el próximo 21 de febrero.
Y comenzamos con el que será uno de los grandes estrenos de la Semana Santa de 2016, que es la obra que recibe en el patio del Mercantil al visitante. Se trata del nuevo manto bordado para la Virgen del Rocío, de la Hermandad del Beso de Judas, bordado en oro y sedas de colores sobre terciopelo verde por el taller de Santa Bárbara, Destaca no sólo el dibujo del manto, sino principalmente las siete escenas de la vida de la Virgen que forman parte de la obra.













Las escenas que aparecen en el manto bordadas en sedas tuvieron como boceto una serie de pinturas realizadas al óleo sobre lienzo por Mario Moya. Estas pinturas se exponen alrededor del manto para permitir al visitante la contemplación detallada de cada una de ellas.








Pero no será el del manto el único estreno de la Virgen del Rocío, dado que también es novedad una saya de tisú marfil bordada en oro y sedas de colores, obra de Jesús Arco López de 2015.






Finalmente, la Virgen del Rocío cuenta con una nueva cinturilla, realizada en plata sobredorada con piedras preciosas por Joyería El Toisón, según diseño de Lucio Rodríguez.


La Hermandad del Amor protagonizó la exposición de "Círculo de Pasión" en 2008. Siguiendo el itinerario marcado por esta muestra del X aniversario, nos encontramos con su cruz de guía, realizada por autor desconocido en cedro, caoba y plata en 1803, y los faroles, labrados en plata por Manuel Seco Velasco en 1943.




Seguimos con el guión sacramental de la Hermandad de la O, bordado en oro y sedas a realce sobre tisú de plata por Guillermo Carrasquilla Rodríguez en 1947.


A su lado, se muestra el guión fundacional de la Hermandad de las Siete Palabras, que hace alusión a la fundación de la primitiva Hermandad Sacramental de San Vicente. Está confeccionado en moaré carmesí bordado en oro y sedas de colores, con asta de alpaca plateada. El autor de los bordados es Luis Miguel Garduño, mientras que el asta se debe a Ramón León Peñuelas (2013).


De Francisco Carrera Iglesias es el guión de la caridad de la Hermandad del Amor, estrenado el año pasado. Es de terciopelo negro bordado en oro con asta de plata.


En esta primera sala del Mercantil, se ha montado, como ya ocurriera cuando la Hermandad del Buen Fin protagonizó la exposición de "Círculo de Pasión" en 2014, el palio y varales de la Virgen de la Palma. El techo y las caídas están bordados en oro y sedas de colores sobre terciopelo azul por José Caro, con tallas de ángeles en madera policromada, obra de Antonio Castillo Lastrucci (1930). El diseño se debió a Ignacio Gómez Millán. En cuanto a los varales, son de metal plateado y repujado, realizados por Eduardo Seco Imberg en 1930 y modificados por Orfebrería Andaluza en 1992.













La Hermandad de la Exaltación ha participado también en esta exposición con varios enseres muy interesantes. En primer lugar, en esta sala se ha montado el frontal de los respiraderos del paso de palio de la Virgen de las Lágrimas, labrados en metal troquelado y plateado por Eduardo Seco Imberg en 1938; y el faldón delantero, de terciopelo azul bordado en oro y sedas de colores por Jesús Rosado Borja en 2012.







A su lado, vemos una túnica de terciopelo azul bordado en oro del Señor de la Oración en el Huerto, confeccionada por el taller de la Hermandad de Monte-Sión, y un mantolín granate de la misma imagen, obra de José Ramón Paleteiro (2010).


También se expone la túnica bordada en oro sobre terciopelo corinto de Nuestro Padre Jesús del Soberano Poder, de la Hermandad de los Panaderos, de Mariano Martín Santonja (2010).


Y a continuación, vemos una túnica de terciopelo morado con bordados en oro de Nuestro Padre Jesús Despojado, confeccionada por Juan Antonio Curquejo Morales (1987).


Se exponen también dos bocinas de la Hermandad de los Estudiantes, de plata labrada por José Manuel Ramos, con los paños de terciopelo granate bordados en oro y sedas de colores, y marfil, obra de Fernández y Enríquez (1991).






A la Hermandad de la Amargura corresponde el simpecado que vemos a continuación, diseñado por Antonio Cobos y bordado en hilo metálico y sedas de colores sobre terciopelo azul por Guillermo Carrasquilla, con asta de Fernando Cruz y la talla de la Inmaculada de Sebastián Santos (1947). A ambos lados del simpecado se presentan los ángeles ceriferarios que van entre los varales del paso de palio, realizados en plata de ley por Manuel Seco Velasco en 1951.











Seguimos con la denominada clámide de los Bodoques, perteneciente al Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas, de la Hermandad del Valle. Es de autor desconocido, del siglo XIX, y está confeccionada en terciopelo granate con bordados en oro. El año pasado fue restaurada por Jesús Rosado.





A continuación, se expone el senatus de la Hermandad de la Estrella, con bordados en oro y plata sobre terciopelo morado, de Viuda de Carrasquilla, y orfebrería de metal plateado y dorado de Hijos de Juan Fernández (1974).




Vemos ahora una saya de la Virgen de la Victoria, de la Hermandad de las Cigarreras, de terciopelo negro bordado en oro por Emilia Salvador Ibarra, de 1887.


Y otra saya, ésta de la Virgen de la Estrella, es la bordada en oro sobre terciopelo azul por autor anónimo en el siglo XIX.


A la Hermandad de Montserrat pertenece el frontal de los respiraderos del paso de palio y el faldón delantero del mismo. Los respiraderos son de metal plateado, repujado y cincelado por Antonio Cruz en 1964, y los faldones son de terciopelo azul bordado en oro por Manuel Muñoz de Rivera en 1851.









La Hermandad de la Soledad de San Buenaventura, la que inauguró el "Círculo de Pasión" hace diez años, ha aportado a esta exposición en primer lugar una saya de Juan Manuel Rodríguez Ojeda, bordada en oro sobre terciopelo Lyon de color burdeos (1926).


Continuamos con una saya de terciopelo negro bordada en oro por Mariano Martín Santonja en 2015, de la Hermandad de las Siete Palabras.


Se exponen también los dos candelabros de cola del paso de palio de la Virgen del Patrocinio, de la Hermandad del Cachorro, labrados en plata repujada por Jorge Ferrer Caro en 1953.









Entre ambos candelabros de cola, vemos dos caídas frontales de sendos pasos de palio. Por un lado, la del palio de la Virgen del Mayor Dolor en su Soledad, de la Carretería, bordada en oro sobre terciopelo azul marino por las Hermanas Antúnez (1886); y por otro, la del palio de la Virgen de la Cabeza, de las Siete Palabras, bordada en oro sobre terciopelo granate por José Ramón Paleteiro en 2014.









Volvemos a la Hermandad de los Estudiantes con dos jarras del paso de palio de la Virgen de la Angustia, de plata repujada por Emilio García Armenta (1963).






De la Hermandad de la Cena es el relicario de San José de Calasanz que se sitúa en el frontal del paso de palio de la Virgen del Subterráneo. Es de metal plateado y dorado, obra de Julio Martínez (1954-55).



Debajo se muestra el llamador del paso de palio de la Esperanza de Triana, que también ha formado parte recientemente de la exposición monográfica de dicha hermandad. Es de plata de ley fundida y repujada por Orfebrería Triana en 1991.


Volvemos a la Soledad de San Buenaventura, que también ha llevado a esta muestra el sinelabe, bordado en oro sobre terciopelo negro en el primer tercio del siglo XX. Se atribuye a Juan Manuel Rodríguez Ojeda.




Y terminamos la visita a la primera sala con la cruz alzada de la Hermandad del Carmen Doloroso, realizada por Manuel Sánchez en metal repujado y plateado (2015).


De nuevo en el patio, se muestra la pintura que ha servido de cartel para esta exposición, así como de logotipo del décimo aniversario de "Círculo de Pasión". Es obra del pintor Miguel Ángel González.


En un rincón del patio se han ubicado diferentes coronas y demás joyas del ajuar de diversas imágenes titulares de las cofradías de penitencia. En primer lugar, perteneciente a la Hermandad de la Estrella, vemos las mariquillas de perlas, platino y brillantes, diseñadas por Antonio Garduño y realizadas por Antonio Adriano hacia 1973; y el cíngulo bordado en oro y piedras preciosas por Garduño en 1999.


A continuación, se puede ver la antigua corona de la Virgen de Regla, de los Panaderos, labrada en plata sobredorada y en su color por Palomino en 1841.


Seguimos con la corona de plata de ley dorada de la Virgen de las Penas de Santa Marta, obra de Joaquín Ossorio (2003).


A su lado se pueden ver unas cantoneras de la cruz de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, de San Isidoro, realizadas en plata cincelada y dorada por autor desconocido entre 1767 y 1777.


También de la Estrella se muestra la corona de oro, obra de Orfebrería Triana con motivo de la Coronación Canónica, en 1999.


A continuación, se ve un conjunto compuesto por las potencias de oro del Santísimo Cristo de la Salud de San Bernardo, labradas en oro por Viuda de Villarreal en 1974; y tres enseres de la Esperanza de Triana, como son el puñal de oro, platino, brillantes y esmeraldas, de Orfebrería Triana (2001); el ancla de Joyería Mill, de oro blanco y brillantes (2013); y el salvavidas de oro, de Orfebrería Triana (2002).


Seguimos con la miniatura de la Esperanza de Triana que va en la delantera del paso de palio de la Virgen del Carmen, realizada en plata y marfil por Orfebrería Triana en 2009.


Al lado, se expone la diadema de oro de la Soledad de San Buenaventura, de Emilio García Armenta (1954), junto a un puñal de plata sobredorada y marfil de la Virgen de los Dolores y Misericordia, realizado en 2015 por Orfebrería Triana con motivo del 50 aniversario de la bendición de la dolorosa; y una cruz pectoral de autor anónimo, de plata sobredorada y piedras preciosas, donada en 1956 a la Virgen del Subterráneo, de la Hermandad de la Cena.



Por último, se expone la miniatura de la Virgen de los Reyes, presente en el paso de palio de la Virgen de la Amargura. Fue realizada por Cayetano González en 1947 en plata y marfil.


Pasamos a la segunda sala del Mercantil, donde en primer lugar vemos el boceto en terracota de la Magdalena de la Hiniesta, obra de Antonio Castillo Lastrucci de 1944.


Y a su lado, otro boceto, en este caso del misterio de la Coronación de Espinas, de la Hermandad del Valle, realizado en barro patinado en bronce por Joaquín Bilbao en 1911.


A continuación, se muestran la mujer y la niña hebreas, talladas por Fernando Aguado en madera de cedro policromada e incorporadas en 2014 al paso de misterio de la Sagrada Entrada en Jerusalén, de la Hermandad del Amor.






Vemos ahora un soldado judío del paso de misterio del Puente Cedrón, de la Hermandad de la Milagrosa. Es obra de madera policromada, de José Antonio Navarro Arteaga (2010).






Seguimos con el ángel custodio que se sitúa en el frontal del paso del Santísimo Cristo de la Sangre, de la Hermandad de San Benito. Fue realizado en madera de pino de Flandes policromada y estofada por Francisco Buiza en 1967, y restaurado el año pasado por Juan Manuel Miñarro.



A su lado se expone la talla de Caifás, de la Hermandad de San Gonzalo, tallada en madera policromada por Luis Ortega Bru entre 1976 y 1977.






Vemos a continuación dos curiosidades, como son los bocetos que Castillo Lastrucci hizo de la Virgen de la O y de la Virgen de la Hiniesta, uno en yeso y otro en escayola, para su aprobación por sus respectivas hermandades. El de la O es de 1936, mientras que el de la Hiniesta es de 1937. En ambos bocetos se ve el gran parecido que guardan las dos dolorosas.







Seguimos con los evangelistas que figuran en las esquinas del paso del Cristo de la Buena Muerte, de los Estudiantes, tallados en madera de caoba sin policromar por Antonio Bidón Villar en 1931.






A lo largo de una pared se pueden ver todas las cartelas que decoran el paso de misterio de la Hermandad de la Exaltación. Fueron talladas en madera policromada por Luisa Roldán y Luis Antonio de los Arcos entre 1678 y 1682, y representan diferentes pasajes de la Pasión de Cristo.










A continuación, la Hermandad de Montserrat ha llevado también a esta exposición conmemorativa la imagen de San Isaías, que tuvo paso propio en la cofradía. Es obra de Vicente Luis Hernández Couquet, de 1861, y está realizado en terracota y telas encoladas y policromadas. Fue restaurado en 2012 por Rocío Sáez Millán y recibe culto en la Capilla de Montserrat, bajo el coro.





Junto a San Isaías, podemos ver la cabeza de la antigua imagen del Señor de la Sagrada Cena, obra realizada en madera policromada por Manuel Gutiérrez Cano en 1860.



Continuamos con los dos ángeles de Francisco Antonio Gijón que la Hermandad de San Isidoro encontró ocultos en la parte alta de su altar en 2009. Son de madera policromada del año 1687 y se cree que pudieron formar parte de un antiguo paso del Señor de las Tres Caídas. Tras su restauración, fueron incorporados a los costeros del paso actual.





A su lado está el ángel confortador de la Hermandad de Monte-Sión, talla de madera policromada de autor desconocido, del tercer cuarto del siglo XVII.





Seguimos con una cartela del círculo de Pedro Roldán, del último tercio del siglo XVII, de la Hermandad del Valle, que representa la escena de la Coronación de Espinas.


Y de la Hermandad de las Siete Palabras es otra cartela, ésta de Rafael Barbero, tallada en madera de cedro y policromada, de 1983. Representa la escena de la Entrada en Jerusalén.


A continuación, vemos el último paño de la Verónica de la Hermandad de Montserrat, el del año pasado, pintado en acrílico sobre lino blanqueado por José María Méndez.


A su lado, dos cuadros de Francisco Hohenleiter, pintados al óleo sobre lienzo en 1940. Pertenecen a la Hermandad del Valle. Uno representa la salida del paso de la Coronación de Espinas del Santo Ángel, sede de la cofradía hasta 1970, y el otro, el paso de la Calle de la Amargura en la Catedral de Sevilla.



Seguimos con el paño de la Verónica de la Hermandad del Valle de 2007, pintado por Isabel Sola en técnica mixta sobre lienzo.


A su lado, un óleo sobre lienzo de Alfonso Grosso con el Cristo Yacente de la Hermandad del Santo Entierro, pintado hacia 1945.


Y de la misma hermandad, vemos seis dibujos en acuarela sobre papel. Las tres colocadas arriba representan a las sibilas Elespóntica, Sámica y Phrigia, personajes mitológicos que formaban parte del cortejo alegórico de la cofradía, y fueron pintadas por Antonio del Canto Torralbo en el último tercio del siglo XIX; y las tres de abajo representan a San Ambrosio, San Gregorio Magno y San Jerónimo, Padres de la Iglesia, pintados por Antonio Cobos Soto en 1948.


Finaliza aquí la exposición conmemorativa de los diez años del "Círculo de Pasión", una muestra que permite hacerse una somera idea de todo el arte que en este tiempo ha pasado por la sede del Mercantil procedente del patrimonio, a veces desconocido, a veces no del todo valorado, de nuestras hermandades. Una exposición que, en cualquier caso, no es un punto y aparte, sino un punto y seguido, dado que ya hay previstas más ediciones y más exposiciones a lo largo de los próximos meses.

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