martes, 29 de marzo de 2016

EL BESAMANOS A LA ALEGRÍA, EL PUENTE ENTRE LA PENITENCIA Y LA GLORIA


Sevilla vive cada Domingo de Resurrección dos cosas: el fin del tiempo penitencial, con el cierre de la Semana Santa, y el inicio del tiempo de las glorias. Uno y otro se se entrelazan en San Bartolomé, donde la Virgen de la Alegría, una de las primeras glorias que saldrá a la calle el próximo mes de mayo, ofrece a los devotos sus manos. Son las suyas unas manos que sirven de puente para unir dos formas de expresar la religiosidad popular en la capital hispalense.
Así, en su capilla, situada en la cabecera de la nave del Evangelio de la Parroquia de San Bartolomé, la Virgen de la Alegría estuvo expuesta en besamanos tanto el domingo como el lunes. Para ello, fue elevada sobre una sencilla peana de madera policromada y dorada, con una corona de plata repujada y la ráfaga de salida, además de la media luna que también lleva en su paso en la salida procesional. Vestía manto color salmón y saya de tisú blanco.
Flanqueaban a la Virgen de la Alegría hasta seis jarras plateadas, tres a cada lado, con una gran variedad floral de especies y colores. Dos de ellas estaban colocadas sobre columnas de cerámica policromada, mientras que las otras cuatro estaban sobre elementos de madera dorada y ángeles.
Detrás, el camarín de la Virgen estaba ocupado durante el besamanos por el valioso simpecado de la hermandad. Finalmente, en el lado derecho se situó el estandarte corporativo.



















No hay comentarios:

Publicar un comentario