martes, 15 de marzo de 2016

EL MUSEO CELEBRÓ EL BESAMANOS Y BESAPIÉ A SUS TITULARES


El Santísimo Cristo de la Expiración y María Santísima de las Aguas, de la Hermandad del Museo, estuvieron durante el pasado fin de semana expuestos en besapié y besamanos, respectivamente; una ocasión única de estar cerca de dos imágenes impresionantes que ejercen cada año de auténtico broche de oro en la intensa jornada del Lunes Santo.
Para este culto conjunto a ambos titulares, al fondo, ante un cortinaje de damasco rojo que cubría por completo el altar de la capilla, fue situado el crucificado de Marcos Cabrera, entre dos columnas policromadas y doradas que sostenían sendas jarras con flores moradas de diversas especies. De la base de la cruz colgaba una tela de terciopelo burdeos anudada por un cordón y que se sujetaba en los escalones que permitían acceder a besar el pie. Además, en los extremos se colocaron dos de los candelabros del paso de Cristo.
Y delante estaba la Virgen de las Aguas, sobre una peana de madera tallada y dorada. Vestía manto de camarín azul y saya de tisú, ambas piezas con bordados en oro, y lucía la diadema de salida y una cruz pectoral colgando del broche con su advocación. Además, sostenía un pañuelo y un rosario con la mano derecha, mientras daba a besar la izquierda, con la particularidad de estar con la palma hacia arriba, algo habitual en esta dolorosa.
Tanto a los pies de la Virgen como en jarras doradas situadas a ambos lados, había rosas blancas, junto a pequeñas flores del mismo color. Y al lado de éstas, se dispusieron dos artísticos candelabros dorados con siete velas blancas cada uno.
































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