martes, 19 de julio de 2016

TRES HORAS Y MEDIA DE DEVOCIÓN CARMELITA POR EL CORAZÓN DE SEVILLA


La Comunidad Carmelita del Santo Ángel celebró este domingo la procesión de la Virgen del Carmen, que durante unas tres horas y media recorrió algunas de las calles del mismo corazón de Sevilla, por las inmediaciones de la Campana y la calle Sierpes.
Los intensos cultos en honor a la Reina del Carmelo concluían de esta manera, con la talla del siglo XVIII que reside en la capilla del templo situada a los pies de la nave de la Epístola saliendo en procesión, siguiendo los pasos de Santa Teresa de Jesús en la experiencia mística de la Transverberación.
A las nueve menos cuarto estaba prevista la salida de la cofradía, que se abría con la cruz alzada entre ciriales. Inmediatamente detrás venía el paso de Santa Teresa, que como novedad este año ha contado con la cesión de los candelabros del paso de la cruz de mayo de la Hermandad de la Paz. Hasta el año pasado, la iluminación de este paso consistía en cuatro pequeños faroles plateados.
En el momento de la salida, la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora de la Oliva, de Salteras, que estaba preparada en la calle Rioja para acompañar a la Virgen del Carmen, tocó el Himno Nacional, seguido de la marcha "Santa Teresa de Jesús". Fue la única composición para el paso de la santa de Ávila, que después caminaría en silencio durante el resto de la procesión.














Justo tras el paso de Santa Teresa venía el estandarte con bordados del siglo XIX e inmediatamente detrás las representaciones de las hermandades del Nazareno de Carmona, Carmen de Calatrava, Montserrat, Amparo, la Estrella y el Carmen Doloroso, así como la bandera de la Archicofradía, el libro de reglas, que era un estreno de este año, y su estandarte corporativo.










Pronto apareció bajo el dintel de la iglesia del Santo Ángel el paso de la Virgen del Carmen, del que sorprendió un colorido exorno floral, conformado a base de rosas blancas, inglesas y de pitiminí, astilbes, gladiolos y lisiantum, además de unas llamativas celosías rosas.
La Banda de la Oliva, que el sábado había acompañado a la Virgen del Carmen de Cádiz, tocó a la del Santo Ángel el Himno, para a continuación interpretar la Salve Marinera. Aún en la calle Rioja sonaría "Flor del Carmelo" y "Señorita de Triana", ésta ya en el giro a la calle Velázquez.
La Virgen del Carmen estrenaba la restauración de su hábito, el llamador y la presencia en la delantera de una talla de madera del Santo Ángel de la Guarda, en sustitución de la de orfebrería que llevó hasta el año pasado.
Con "Nuestra Señora de Guadalupe", el paso de la Virgen del Carmen siguió ganando metros por una concurrida calle Velázquez en dirección a la confluencia con O'Donnell.


























Desde Velázquez, la cofradía giró hacia O'Donnell sin llegar a la Campana, por donde sí pasa en el mes de enero el Niño Jesús de Praga de esta misma hermandad.
El paso de Santa Teresa de Jesús seguía, pese a ir delante, el ritmo del de la Virgen del Carmen, por lo que hasta que éste no salió de Velázquez no siguió su camino. Hay que destacar en este primer paso el estreno de la moceta que vestía la imagen de Santa Teresa, salida, como el ángel, de las gubias del imaginero cordobés Francisco Romero Zafra.
"Gloria in excelsis" fue la marcha con que la Virgen del Carmen recorrió el tramo entre el final de Velázquez y el principio de O'Donnell, donde más tarde sonaría "Como tú ninguna" y "El Dulce Nombre", ésta ya saliendo a la Plaza de la Magdalena.

































Desde la Plaza de la Magdalena, la cofradía siguió por Murillo hacia Bailén, San Eloy y San Roque. Al paso de Santa Teresa le llegaban los sones musicales que la Banda de la Oliva interpretaba tras la Virgen del Carmen, como la marcha "Hiniesta", que le fue tocada en la calle Murillo. De hecho, uno de los capataces pidió, en el giro de Santa Teresa hacia Bailén, que siguieran en su caminar el compás de la partitura.
Posteriormente, la Virgen del Carmen pasó de Murillo a Bailén con la marcha "Consolación". Más adelante, entre San Eloy y San Roque, la composición escogida fue "Mi Esperanza".
































En la calle San Roque cayeron varias petaladas sobre el paso de la Virgen del Carmen, tras la que se enlazaron las marchas "Pasan los campanilleros" y "Coronación de la Macarena". Con el final de esta segunda composición, el capataz mandó aguantar sobre los pies antes de iniciar el giro a la calle Rafael Calvo. Sólo cuando la partitura se terminó, el paso se arrió.
Posteriormente, esta revirá entre San Roque y Rafael Calvo la hizo el paso de la Virgen del Carmen a los sones de "El Refugio de María", mientras que después, para pasar de Rafael Calvo a Miguel de Carvajal, por un extremo de la Plaza del Museo, la marcha escogida fue "La sangre y la gloria". Y tras un relevo de costaleros, la Virgen del Carmen alcanzó Bailén con "La Virgen en sus Lágrimas".
























Por Bailén regresaba de nuevo al Santo Ángel la cofradía, que delante del Hotel Colón contó con un espectador asustadizo primero y envalentonado después. Se trataba de un perro que con el paso de Santa Teresa parecía querer esconderse tras las piernas de su dueño, pero que después, al escuchar los tambores de la Banda de la Oliva tras la Virgen del Carmen, comenzó a ladrar a los músicos, que antes habían tocado tras el paso la marcha "Virgen de la Estrella".
Hacía calor. Mucho. Pero los costaleros aguantaron todo el camino estoicamente con los faldones bajados. Para refrescarlos un poco, alguien iba repartiendo latas de bebida isotónica. Algunas de ellas, curiosamente, acabaron en la calle, en el suelo, como si detrás viniera un camión de Lipasam al igual que sucede tras cada cofradía en Semana Santa. No había camión, pero sí papeleras...
La Virgen del Carmen pasó de nuevo por el primer tramo de Bailén por el que había pasado antes, y también por Murillo. Entre ambas calles sonó ahora "Cristo de la Buena Muerte".





























A continuación, la cofradía discurrió por una Plaza de la Magdalena bastante más despejada que cuando pasó anteriormente. El paso de Santa Teresa se detuvo antes de revirar a la calle Rioja, mientras al fondo se escuchaban los sones musicales que acompañaban a la Virgen del Carmen, que en este caso fue la marcha "Hiniesta Coronada".
Tras pararse también antes de alcanzar Rioja, un costalero pidió desde debajo del paso dedicar la levantá a las fuerzas de seguridad, "que salen cada día de sus casas sin saber lo que les depara". Después, el paso siguió y llegó a la calle Rioja con "La Estrella Sublime".



















Ya ante la puerta del Santo Ángel, el paso de Santa Teresa de Jesús se detuvo antes de entrar, cosa que hizo sin darse la vuelta, sino avanzando sin pausa hasta quedar parado en el lado izquierdo del presbiterio.










Por su parte, la Virgen del Carmen llegó a la altura del templo con la marcha "La Esperanza de Triana", a la que siguió después "Jerusalén" mientras el paso giraba para entrar, éste sí, mirando a la calle. Antes de entrar, la levantá fue dedicada por el capataz a los carmelitas del convento, a los que se refirió como "nuestros padres, que nos hacen sentir como en nuestra casa", y añadió: "Por Paquito, Paco y Juan".
Seguidamente, el paso se levantó y comenzó a andar en silencio hacia la puerta, hasta que la Banda de la Oliva tocó el Himno Nacional antes incluso de empezar a entrar, ya que inmediatamente lo enlazó con la marcha "Reina del Carmelo", que sonó mientras el paso, ya dentro, avanzaba por la nave central del templo hasta llegar al presbiterio, donde fue situado en el lado derecho.











Con el rezo de la Salve, las palabras de uno de los carmelitas y el grito de "¡Viva la Virgen del Carmen!" por parte de una señora que se encontraba en el templo se puso el punto final a la salida procesional de la Virgen del Carmen del Santo Ángel, que supone el colofón a sus cultos anuales en el día siguiente al de su festividad.


No hay comentarios:

Publicar un comentario