Este lunes era bendecido el nuevo retablo de la Capilla Sacramental de la Parroquia de San Sebastián, en el que, junto al Santísimo, recibirán culto diario Nuestro Padre Jesús de la Victoria y María Santísima de la Paz, además de la talla de San Juan Evangelista que posee la corporación del Domingo de Ramos, aunque no es titular de ésta.
Francisco Verdugo ha sido el encargado de tallar este nuevo retablo, labor que ha compaginado en los últimos meses con la talla del futuro paso del Nazareno de la Humildad del Cerro del Águila. Los trabajos de carpintería han sido de Enrique Gonzálvez, mientras que el dorado ha correspondido a los Hermanos González.
El diseño aprobado en su momento era algo más sencillo, principalmente en la zona inferior, aunque se ha enriquecido con más elementos vegetales y orlas de los previstos inicialmente. Las zonas lisas del retablo están realizadas en pino de Flandes, mientras que las de talla son de cedro.
El nuevo retablo, cuya ejecución se ha desarrollado en once meses, completa las reformas llevadas a cabo recientemente en el conjunto de la Capilla Sacramental de San Sebastián, que antiguamente presentaba arcos de escayola y sus paredes estaban cubiertas por completo con damasco rojo.
Su estructura es piramidal, dejando al Señor de la Victoria a una altura algo superior a la de la Virgen de la Paz y San Juan, ya que a sus pies cuenta con una peana decorada con apariencia de mármol para dejar espacio al Santísimo Sacramento. Tanto en la parte superior como en los laterales del conjunto se han colocado unas cresterías de madera dorada.
Finalmente, en lo que se refiere al banco del altar, la parte central es más ancha y está más adelantada que las de los extremos, y cuenta en la parte inferior con una especie de rodapié con decoración también semejante al mármol, en este caso de color negro.
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