miércoles, 5 de abril de 2017

EL SEÑOR DE LAS TRES CAÍDAS, CON LA TÚNICA DE 1718 EN SU BESAMANOS


La túnica más antigua de las que posee, la de terciopelo granate bordada en oro por Francisco de Saavedra en 1718, fue la que vistió el pasado fin de semana la imagen de Nuestro Padre Jesús de las Tres Caídas, de la Hermandad de San Isidoro, durante su besamanos, además de llevas las potencias de salida, labradas por Manuel Seco.
El Señor de la Costanilla fue situado ante el retablo en el que recibe culto durante todo el año, en la capilla que la hermandad tiene en la Parroquia de San Isidoro, sobre un monte de hojarasca y entre dos antiguos candelabros de plata de la corporación con velas color tiniebla. Ante los candelabros y en los extremos del altar del besamanos veíamos cuatro jarras doradas del paso de palio de la Virgen de Loreto con lirios morados; las dos de los extremos colocadas a mayor altura que las otras. Y detrás estaba la cruz de guía de la hermandad del Viernes Santo con tres candeleros dorados con cera tiniebla en cada lado.
La Virgen de Loreto, por su parte, se encontraba en su altar, junto al que estaba el estandarte corporativo, hasta la noche del sábado, en que fue subida a su paso de palio.





























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