miércoles, 13 de diciembre de 2017

BESAMANOS A NUESTRA SEÑORA DE LA ENCARNACIÓN DE SAN BENITO


El pasado domingo la Hermandad de San Benito celebró con un besamanos el XXIII aniversario de la Coronación Canónica de Nuestra Señora de la Encarnación, además de con una función solemne a la una de la tarde. Para estos cultos, la dolorosa fue situada en el presbiterio alto de la parroquia, sobre una peana de madera dorada y ante un dosel de la hermandad con bordados en oro y sedas en la gotera y crestería dorada en la parte superior y en los laterales.
Vestida con manto de terciopelo azul de camarín y la saya blanca de tisú estrenada hace dos años, ambos bordados en oro, y luciendo la corona de salida, la Virgen de la Encarnación ofrecía a los devotos su mano derecha, mientras que con la izquierda sujetaba un rosa blanca. Tenía una cruz pectoral, la Medalla de la Ciudad prendida de la cotilla y un fajín militar de color rojo con borlones dorados y un entorchado.
Junto la Virgen, además de cuatro grandes blandones dorados con cera blanca, había cuatro jarras de su paso de palio con diversas especies florales del mismo color, aunque también se colocó un gran centro a sus pies y otros dos de menor tamaño flanqueando el dosel, sobre los respiraderos del paso del Santísimo Cristo de la Sangre, y bajo éstos, los respiraderos del paso de misterio de la Presentación al Pueblo.
Un repostero con el escudo de la hermandad tapando el camarín de la Virgen de Valvanera, diez candeleros, cinco a cada lado, junto a éste, el guión de la Coronación en el lado izquierdo del presbiterio y el estandarte corporativo en el derecho completaban el altar del besamanos a esta dolorosa del Martes Santo.

































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