Este fin de semana ha tenido lugar el besamanos a Madre de Dios del Rosario en su capilla, situada en la cabecera de la nave del Evangelio de la Parroquia de Santa Ana.
Para este culto a la Patrona de Capataces y Costaleros, la hermandad trianera ha contado con dos importantes cesiones de otras tantas cofradías de la ciudad. Así, la Hermandad de la Paz ha cedido el dosel, mientras que la Hermandad de las Cigarreras ha prestado los cuatro ángeles que Pedro Roldán talló en 1666 para el paso desaparecido del Santo Cristo de la Púrpura. Curiosamente, se trata de la segunda hermandad trianera que cuenta con estos ángeles de las Cigarreras para un culto de este tipo en sólo un par de meses, ya que en la pasada Cuaresma también formaron parte del montaje del besapié al Señor de las Penas, de la Hermandad de la Estrella.
Por lo demás, la Madre de Dios del Rosario vestía su manto rojo y saya blanca de salida, además de la corona, la ráfaga y la media luna a los pies. Asimismo, hay que mencionar que estaba subida sobre una peana de plata y flanqueada por cuatro blandones dorados con cera blanca, dos a cada lado, y por dos jarras con variadas especies florales de color blanco.
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