sábado, 11 de julio de 2015

LA VIRGEN DEL CARMEN DE SANTA CATALINA, EN BESAMANOS


Este sábado ha comenzado en la Parroquia de San Román, sede provisional de la hermandad, el besamanos a la Virgen del Carmen de Santa Catalina, inmersa ya en los cultos en su honor que tendrán su culminación con la salida procesional de próximo jueves, coincidiendo con el día de su festividad.
La Virgen que tallara José Gutiérrez Cano en 1867 se encuentra expuesta a la devoción de los fieles en el presbiterio de San Román, sobre una peana dorada con ángeles en los extremos, uno sujetando el escapulario carmelita y el otro un rosario, en atención a las dos advocaciones marianas de la hermandad.
La imagen luce la corona de salida, además de la ráfaga y la media luna, pero carece de su habitual cetro en la mano derecha, ya que ésta es la que da a besar a los devotos, mientras que con la izquierda sujeta al Niño Jesús. Lo que sí sostienen los dos son los escapularios carmelitas.
La Virgen del Carmen, que viste manto blanco con toca, y saya y escapulario marrón, presenta un buen número de joyas prendidas del pecherín, así como de la propia corona. Destaca la presencia de la Gran Cruz al Mérito Marítimo, concedida por la Real Liga Naval Española, y dos tembladeras que se estrenan este año y que están prendidas de la blonda de seda del siglo XIX que también es novedad.
El exorno floral se compone de flores blancas, principalmente azucenas, aunque también se pueden ver en ofrendas entregadas por devotos rosas, claveles o margaritas. Las flores están ubicadas sobre jarras y en la propia peana. Dos de esas jarras flanquean a la Virgen del Carmen y están colocadas sobre pequeñas columnas doradas de decoración salomónica, mientras que otras dos jarras están delante. Éstas se estrenan este año y están realizadas en fibra de vidrio.





























Por otra parte, el paso de palio de la Virgen del Carmen está ya en San Román, esperando la salida del próximo jueves. A falta de completar el montaje, se encuentra en la nave del Evangelio, delante de la puerta lateral del templo que da a la calle Enladrillada.


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