sábado, 24 de septiembre de 2016

SANTA MARÍA DEL BUEN AIRE VISITÓ LA PARROQUIA DE SANTA ANA


Un doble aniversario motivó este viernes la visita de Santa María del Buen Aire a la Parroquia de Santa Ana, adelantando además su salida procesional al último viernes de septiembre, cuando lo habitual es que sea el último sábado.
En concreto, la Parroquia del Buen Aire celebra su medio siglo de existencia, mientras que la de Santa Ana está conmemorando durante 2016 sus 750 años de historia desde su edificación mandada por el rey Alfonso X el Sabio en acción de gracias. En cuanto a la salida en viernes, se debió a la salida extraordinaria del conjunto escultórico de Santa Ana y la Virgen este sábado.
De esta manera, la Hermandad de Pasión y Muerte celebró el aniversario de su parroquia uniéndose al de la 'catedral' trianera en una jornada que resultó muy especial para los cofrades y que incluyó la celebración de una misa estacional en Santa Ana.
Todo comenzaba a las seis de la tarde, cuando se ponía en camino el cortejo procesional, encabezado por una cruz alzada con manguilla entre faroles. Seguían varios hermanos con hachetas y la representación de las hermandades de Nuestra Señora del Pino, de Niebla (Huelva), el Carmen de Triana, el Rocío de Triana y las Cigarreras. Posteriormente iban el estandarte corporativo de la propia Hermandad de Pasión y Muerte, la presidencia y el cuerpo de acólitos.








Como es habitual, las pequeñas medidas de la puerta del templo, en los bajos de un edificio de viviendas, obligó a sacar el templete con la Virgen del Buen Aire por separado para, ya en la calle, subirla al paso. Cuando esto ocurrió, la Banda de Música de Mairena del Alcor, encargada del acompañamiento musical, interpretó el Himno Nacional, seguido de la marcha "Santa María del Buen Aire".
La Virgen del Buen Aire vestía manto rojo, lucía su corona procesional y llevaba prendida en la toca de sobremanto la réplica de una de las estrellas que luce la Virgen de la Estrella en su pecherín, y que fue un regalo de esta hermandad del Domingo de Ramos, madrina de la de Pasión y Muerte, a la Virgen del Desconsuelo y Visitación cuando celebró su primer rosario por las calles.
El paso giró hacia su derecha en el momento de iniciar su recorrido y avanzó a continuación por la calle Virgen de Fátima con la composición "Madrugá Macarena". Cuando terminó, el capataz de la hermandad, Manuel Vizcaya, mandó parar el paso, aunque para ello cogió en brazos a un niño que seguía con bastante entusiasmo a la Virgen del Buen Aire desde la salida para que fuera él quien tocara el llamador.
A continuación, el paso tomó la calle Trabajo a los sones de "Esperanza Trianera", seguida más adelante por "Virgen de los Estudiantes", "Virgen de los Reyes" en el giro de Trabajo a Febo y "Aniversario Macareno" aún en esta última calle.

















































“Por un futuro costalero del Cristo de las Penas”, dijo Manuel Vizcaya en la siguiente levantá, la que iba a llevar a la Virgen del Buen Aire hasta la calle Evangelista. Se refería a un niño que, junto a sus padres y su hermana pequeña, contemplaban la cofradía en este punto de su itinerario.
El paso se levantó, siempre a pulso, muy suavemente, y se dirigió a Evangelista con la marcha “Nuestra Señora de Guadalupe”. Por esta calle, la siguiente composición fue “Rocío”, que sirvió para que la Virgen del Buen Aire alcanzara la Capilla de la Hermandad del Rocío de Triana, donde el paso se volvió frente a la puerta.
La representación de la Hermandad del Rocío, tras dejar su lugar en el cortejo, recibió a la Virgen del Buen Aire, que se detuvo para recibir una ofrenda floral, tras la que todos los presentes rezaron la Salve.

















Antes de continuar su recorrido, ante la puerta de la Capilla del Rocío, Manuel Vizcaya se dirigió a sus costaleros: “Venimos con la ‘chiquitita’ de nuestra devoción a ver a la ‘chiquitita’ de Triana; por la Virgen del Rocío del Simpecado de Triana”. Tras la dedicatoria, el paso se levantó y comenzó a alejarse de la capilla mientras la Banda de Mairena del Alcor tocaba “Pasan los campanilleros” y las campanas repicaban.
En la salida de Evangelista hasta Pagés del Corro, tras el paso de la Virgen del Buen Aire sonó la marcha “Señorita de Triana”, que finalizó cuando el paso había girado ya para entrar en la calle Victoria.





















Desde Victoria, la Virgen del Buen Aire siguió en su camino a Santa Ana por Pelay Correa, no sin antes dedicar Manuel Vizcaya la levantá, según dijo, “al niño de Damián”. Y como había dicho antes con otro niño, se refirió a él como futuro costalero: “Que Dios le dé salud para ser costalero del Cristo de las Penas y de su Cachorro”.
En la esquina de Pelay Correa, la banda interpretó “Danos la paz” y, cuando finalizó, el paso se detuvo bajo un balcón adornado con mantones. En el momento de la levantá, comenzó a sonar directamente la marcha “Virgen de las Aguas”, lo que coincidió con una intensa petalada lanzada desde el mismo balcón, tras la que la Virgen del Buen Aire continuó en línea recta hacia la Plazuela de Santa Ana.






















La última marcha que se pudo escuchar en la calle antes de la entrada de la Virgen del Buen Aire en la Parroquia de Santa Ana fue "Triana, tu Esperanza". Con ella, el paso fue girando hasta situarse frente a la puerta y a continuación entró con una doble interpretación del Himno de España: la primera, a cargo de la Banda de Música de Mairena del Alcor; y la segunda salió del órgano de la 'catedral' de Triana.














Una vez dentro del templo, la Virgen del Buen Aire fue situada frente a la Virgen del Carmen, ante la que se paró. Después se levantó con una dedicatoria a cargo de Manuel Vizcaya, que la dedicó a “la hija de Santa Ana”. Después, el paso se volvió ante la Divina Pastora, a la que el capataz pidió “que cuide siempre de su rebaño”.
Finalmente, avanzó hasta alcanzar el lado derecho del presbiterio, justo frente al paso en el que este sábado Santa Ana y la Virgen recorrerán de manera extraordinaria las calles de Triana por el 750 aniversario de la parroquia.






Con el paso ya en el interior de Santa Ana comenzó la misa estacional, tras la que se inició el recorrido de regreso, que incluyó visitas a la Capilla de los Marineros y a la de la Estrella. A eso de la una de la madrugada la Virgen del Buen Aire entraba nuevamente en su templo, que, como dice el logotipo de su efeméride, lleva "50 años al servicio de Triana-Los Remedios".

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