El ser humano es como es. ¿Qué le vamos a hacer? Han hecho falta varios años de 'carreritas' e inseguridad en la Madrugá (el último episodio, el de este mismo año, el más grave y con un panorama de alerta 4) para que sus hermandades se decidan a abandonar la cerrazón y se acerquen al sentido común, aceptando unas modificaciones de itinerario que hasta hace nada parecían una quimera.
Anoche, tras una larga reunión entre los hermanos mayores se llegó a un acuerdo que, de entrada, lo que tiene de positivo es que las seis cofradías de la Madrugá no se han inventado una Semana Santa propia, como les han dejado hacer a las del Martes Santo (ver), sino que el acuerdo ha sido posible respetando las reglas de juego comunes y sin cambiar de sentido (en sus acepciones 8 y 12 del diccionario de la RAE) la carrera oficial.
Según este acuerdo, tres hermandades van a realizar cambios de itinerario tendentes a acabar con los dos cruces críticos de la Madrugá: el de los Gitanos con la Macarena en Orfila-Laraña-Cuna, y el de la Esperanza de Triana con el Gran Poder en la Puerta de Triana.
En el caso del primero, todo se soluciona de la forma más lógica: la Macarena deja de pasar por Cuna y en su camino de regreso tomará por la Plaza de la Alfalfa, como el sentido común lleva años demandando. De esta forma, no sólo se da más tiempo a los Gitanos para que discurra por Laraña y Orfila sin tener que comprimirse más allá de lo posible, sino que la Macarena se aleja del cogollo de callejuelas obstruidas por cortejos procesionales que suponen los alrededores de Sierpes, lo que en caso de alarma redundará en una mayor seguridad para todos.
Para que la Macarena haya aceptado aplicar una medida lógica que elimina el romanticismo casi místico de pasar por la Anunciación sí o sí, ha sido vital el resultado de las recientes elecciones en esta hermandad, ya que no olvidemos que el candidato perdedor no veía ninguna razón para dejar de pasar por Cuna. Afortunadamente, el candidato ganador ha tenido la mente más abierta y unas verdaderas ganas de contribuir al bien común.
En cuanto al otro cruce, se va a tratar de solucionar con un cambio de recorrido para dos hermandades: el Calvario y el Silencio. Así, la Hermandad del Calvario adelantará su salida (probablemente saldrá por la puerta que da a la calle Cristo del Calvario, como hace la Hermandad del Amparo) y tomará después las calles Canalejas, Gravina y Pedro del Toro, para desde la zona del Museo acceder a Monsalves, El Silencio y Alfonso XII, entrando en la carrera oficial desde la Plaza del Duque.
Curiosamente, hace unos días la propia Hermandad del Calvario negaba en su web la existencia de acuerdo alguno sobre este mismo cambio de recorrido. ¿Qué necesidad había de negar lo que días más tarde se demuestra que es verdad? Misterios de la comunicación. Por supuesto, para que no queden dudas o para paliar las protestas internas, la hermandad hace constar que este cambio le genera molestias por tener que dar un rodeo importante, alargando así su recorrido. Vamos, lo que el Gran Poder lleva haciendo desde hace medio siglo, con la diferencia de que su rodeo de camino a San Lorenzo es infinitamente mayor.
Al salir el Calvario antes y desviarse del camino de la Esperanza de Triana, ésta tiene más espacio para avanzar y dejarle hueco por detrás al Gran Poder para que cruce de Zaragoza a Gravina. Además, la Esperanza mantendrá el discurrir por Rioja y Velázquez en lugar de O'Donnell, lo que supone más metros para extender todo el cortejo. Lo mismo a la cofradía de la Magdalena le generaría menos molestias cambiar su puesto en la nómina de la jornada...
El cambio de recorrido, a regañadientes, del Calvario, obliga a cambiar también el camino de vuelta del Silencio, que ya estos últimos años había alargado su itinerario por Daoiz, García Tassara, Amor de Dios, San Miguel y Jesús del Gran Poder. Para no encontrarse con el Calvario en el Duque, desde Jesús del Gran Poder el Silencio tomará por Las Cortes, Plaza de la Concordia, Teniente Borges y Santa Vicenta María, para desde ahí alcanzar Alfonso XII cuando ya haya dejado la calle libre el Calvario. De momento, a la Hermandad del Silencio, una de las más perjudicadas por las 'carreritas' en los últimos años, no se le ha escuchado protestar por tener que rodear aún más sobre lo ya rodeado.
Es un avance importante, importantísimo, el que dan con mejor o peor disposición las hermandades de la Madrugá para buscar soluciones ante las dificultades de los tiempos que nos ha tocado vivir. Y aunque éste será de momento sólo por un año a modo de prueba, lo que sin duda se demuestra es que, cuando hay verdadera voluntad, es posible llegar a acuerdos que supongan un beneficio común. Oiga, y sin poner patas arriba la jornada inventando una Semana Santa distinta y ajena a la realidad de las demás, lo cual ya es de agradecer.
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