martes, 28 de noviembre de 2017

LA VIRGEN DE LA CARIDAD, EN BESAMANOS CON SU MANTO RECIÉN RESTAURADO


La imagen de María Santísima de la Caridad, de la Hermandad del Baratillo, estuvo expuesta en besamanos el pasado domingo, para lo que vestía su manto procesional, cuya restauración a cargo del taller de Sucesores de Caro fue el gran estreno de la hermandad el pasado Miércoles Santo (ver).
Asimismo, lucía saya de tisú bordada en oro, la corona procesional y un fajín militar de color rojo con cuatro entorchados y borlones dorados. La Virgen de la Caridad, que se encontraba elevada sobre una fina peana de plata, contaba en el pecherín con un puñal y con la réplica de la Medalla de la Ciudad, al ser una dolorosa coronada canónicamente. Finalmente, sujetaba un rosario con cada mano, siendo la derecha la que ofrecía a los devotos.
Con la Virgen de la Piedad y el Cristo de la Misericordia ocupando de forma provisional el altar de la Caridad, el retablo mayor de la capilla estaba cubierto con un cortinaje de terciopelo rojo, ante el que se colocó el dibujo externo del techo de su paso de palio. Ante el cortinaje se dispusieron cuatro altos blandones dorados con cera blanca colocados dos a cada lado; y entre cada pareja, había una jarra del palio situada sobre un pie de base cuadrada forrado de terciopelo azul.
Más adelantados, veíamos dos jarras más a cada lado a diferentes alturas y un candelabro de plata sobre columnas de madera dorada y fuste salomónico. Completaba el altar la presencia del estandarte corporativo de la hermandad en el lado izquierdo.


































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